Presentes en el aire, en el cuerpo humano, en los ecosistemas y en lo que consumimos y portamos, esta fuerte relación que se tiene con los microplásticos, productos que se derivan o elaboran a base de este material que son parte de la vida diaria e impactan en el deterioro no solo del medio ambiente, sino en problemas de salud, advirtió José Saturnino Díaz.
El investigador de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), a modo de reflexión y conocimiento expresó que, desde el hogar y el entorno social, se está rodeado de estos.
“Tenemos que buscar alternativas que tengan que ver con el medio natural, buscar el uso de fibras como el algodón, el cáñamo o el lino para que al menos nuestro cuerpo no esté rodeado de partículas, plásticos, lo que es muy difícil a estas alturas tener un ambiente libre de plásticos, en realidad no existen ya en el mundo ambientes libres de la presencia de microplásticos”, aseveró.
Para darse una idea, en este aspecto señaló que se ha detectado la presencia entre 12 mil y 17 mil partículas por litro de agua, si se es más específico, en un entorno natural como es el caso un bosque, también están presentes, y son tan pequeños que forman parte del aire que se han infiltrado en todo el planeta.
El biólogo universitario añadió que también están en todos los productos que se consumen, como vasos, botellas, ropa, juguetes, calzado, utensilios, carros, bolsos, entre muchos otros artículos que nos rodean que, al contacto con la luz solar, el viento, el agua y la fricción los fragmentos que se desprenden se vuelven tan pequeños que se integran a la vida cotidiana de las personas, son absorbidos o portados, y nuestro organismo al paso del tiempo cobra factura, es decir, se traduce en enfermedades.
Cada vez que se consume agua en un vaso de plástico se ingiere un disolvente, el cual reacciona a las diferentes sustancias que constituyen al recipiente, de tal forma que estos productos al degradarse o reestructurarse se integran a la naturaleza en forma de pequeñas partículas de estructuras químicas complejas que a la naturaleza le es difícil biodegradar y al cuerpo humano procesar, de ahí la importancia del papel que juegan los microplásticos.