La designación de un Jefe de estado se lleva a cabo por cualquiera de estos métodos: designación hereditaria; elección por sufragio; elección por un Colegio Electoral; elección por el Parlamento; y, designación por un Primer Ministro.
Y ¿Por qué hablar de esto?, pues se acercan las frases huecas y sobre todo, publicar los errores de sus contrarios, las quejas vendrán de lo que otros no hicieron.
Hemos empezado a ver como la difusión de popularidades no se ha hecho esperar. Son preocupantes las acciones para darse a conocer no importando incurrir en el uso indebido de recursos públicos y humanos, atentando el proceso normal a la sucesión presidencial.
El juego de las corcholatas ya se hizo presente. Quienes están con el “carnal Marcelo”, la “jefa Claudia”y los que están “agusto con Augusto”. Las protestas no se han hecho esperar por los presuntos actos anticipados de campaña en los que pudieran estar incurriendo algunos de las y los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena.
Por todo el país vemos la información de los futuros candidatos, redes de apoyo y actos de campaña, todo fuera de lo que marca la normatividad electoral. Lo que menos les preocupa es incurrir en delitos electorales, sino que el mentado “dedazo” llegue y trunque aspiraciones.
La solicitud de piso parejo en los pretensos de morena, está latente, aunque el Dirígete Nacional de morena haga público, que garantizará la equidad y trasparencia en el proceso de selección de futuro candidato a suceder a Amlo.
Las estrategias de cada aspirante se están dejando al descubierto. El estire y afloje es normal mientras no se rompa esa liga imaginaria. Se llega con inteligencia, el tablero ya está puesto y cada quien juega sus fichas.Pero las cloacas se abren y el hedor no lo merece la ciudadanía. El cambio de régimen que pensábamos con este gobierno emanado de morena no es más que el viejo pri recuperando el poder perdido por otros modelos.
El piso parejo del que se habla se ve muy incierto. A la gente ya no es fácil darle atole con el dedo. Los rompimientos que se han visto últimamente desde el Senado es muestra que esa transparencia está lejos de ser cierta. La tensión crece eso sí. Los roles para acceder al poder presidencial están destapando las fichas de los aspirantes, no por ellos mismos sino el propio Presidente Amlo casi les dices a cuáles no.
Con todo, la democracia mexicana tiene un problema aún mayor que el del acceso al poder y que es el del ejercicio del mismo. Todo político que accede al poder, su ideal debería ser el buscar combinar gobernabilidad y rendición de cuentas. En ambos tenemos graves problemas. Si difícilmente se pone de acuerdo antes de ser candidatos imaginemos después de llegar al puesto.
Es cuanto…