Moody’s rebajó la calificación crediticia de la deuda soberana de México de Baa1 a Baa2, ya que prevé que tendencias económicas y fiscales sigan mermando el perfil crediticio del país; no obstante, mejoró la perspectiva de la nota a estable desde negativa, como también lo hizo el martes pasado Standard & Poor’s (S&P).
Al respecto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) precisó, que a pesar de la reducción en la calificación de la deuda soberana por parte de Moody’s, mantiene a México entre los principales países emergentes con grado de inversión.
La calificadora internacional explicó que la baja de las calificaciones “está asociada a tendencias económicas y fiscales que Moody’s prevé seguirán mermando de manera gradual, pero persistente, el perfil crediticio de México alineándolo con el de soberanos calificados en Baa2”.
En un reporte, señaló que espera que la actividad económica de México continúe siendo afectada por débiles perspectivas de inversión y rigideces estructurales.
Estos factores, agregó, impedirán revertir el impacto que el Covid-19 tuvo sobre la actividad económica del país, llevando a que haya una brecha persistente entre el nivel del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado para los próximos años y el que hubiera tenido lugar si se hubiera mantenido la tendencia histórica anterior a la pandemia.
“Si bien es cierto que el manejo fiscal ha dado lugar a un incremento moderado del ratio de deuda del gobierno, la carga de intereses ha sido consistentemente mayor que la de pares con calificaciones Baa, y lo más probable es que aumente aún más debido al incremento de las tasas de interés”, advirtió.
A futuro, advirtió Moody’s, la fortaleza fiscal de México se verá afectada de una manera cada vez más manifiesta por mayor rigidez del gasto público asociada a la decisión del Gobierno de mantener apoyos a empresas estatales como Pemex, aumentar erogaciones relacionadas con pensiones y mantener inalterados gastos de capital etiquetados.
Asimismo, por un bajo nivel de colchones financieros debido a que los fondos de estabilización fiscal prácticamente se han agotado.
En conjunto, estos elementos restringirán la capacidad de las autoridades para responder a choques durante los próximos años, sostuvo la evaluadora.
Refirió que la perspectiva estable de la calificación refleja la expectativa de Moody’s de que, en ausencia de choques imprevistos, y a pesar de crecientes presiones económicas y fiscales, el perfil crediticio de México seguirá alineado con el de soberanos calificados en Baa2.
Esto, debido a que la perspectiva estable incorpora una expectativa de continuidad en las políticas económicas, al considerar que las autoridades se mantendrán comprometidas con el objetivo de mantener estabilidad macroeconómica durante los próximos años, subrayó.
El subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio, precisó que a pesar de la reducción de la calificación crediticia de México por parte de Moody’s, México está entre los principales países emergentes con grado de inversión.
“De las siete agencias que nos han evaluado, seis nos ratificaron y siete mantienen una perspectiva estable”, escribió en su cuenta en Twitter.
El Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano (MC) en la Cámara de Diputados aseguró que la mejoría a la perspectiva de calificación crediticia de México por parte de Standard & Poor’s (S&P) no es logro del Presidente Andrés Manuel López Obrador, sino resultado del rechazo de la reforma eléctrica.“Lo que demuestra la clasificación de Standard & Poor’s, es que, como oposición, podemos mejorar las condiciones en el país, si trabajamos con responsabilidad y altura de miras. Lamentamos que el Presidente salude con sombrero ajeno un avance que no le corresponde”, desató el coordinador de la bancada naranja, Jorge Álvarez Máynez.
De acuerdo al legislador, S&P precisó que la mejora crediticia de negativa a estable se debe principalmente al freno que realizaron a la reforma “tóxica” del Gobierno federal, pero precisó que es lamentable que el Presidente presuma el anuncio como un reconocimiento a su Gobierno, pero sin entender que sus propuestas atentan contra el bienestar del país.