No hay mexicano que no haya comido alguna vez una tortilla calientita. Aunque este alimento es milenario para nuestra cultura, hoy llegan a nuestras casa gracias a la máquina para hacer tortillas inventada por un genio llamado Fausto Celorio.
Aunque las tortillas hechas a mano con metate y comal tienen un lugar especial en nuestro corazón, lo cierto es que las máquinas hicieron más fácil la vida de muchos mexicanos.
Inicialmente las máquinas de tortillas ayudaban a dar forma a las bolas de masa de maíz, lo cual reducía considerablemente el tiempo de preparación. Fue hasta 1904 cuando Evarardo Rodríguez y su socio Luis Romero idearon un aparato que produjera tortillas de forma masiva.
La primera máquina constó de rodillos laminados que llevaban la masa hasta un comal. Curiosamente este aparato producía tortillas cuadradas y no fueron muy exitosas por su forma.
Treinta años después, otro inventor produjo una nueva máquina automática. Su nombre es Fausto Celorio, quien inventó la actual tortilladora.
En 1947 Don Fausto Celorio Mendoza implementó un sistema de rodillos para troquelar y transportar la tortilla. La leyenda dice que este inventor veracruzano trabajaba en las máquinas a escondidas de las mujeres porque temía que le atacaran.
¿Cómo funciona la máquina de hacer tortillas? Inicialmente se lleva a cabo el proceso de nixtamalización, el cual consta de la tradicional mezcla de maíz, cal viva y agua. Una vez producido, el nixtamal es llevado a la molienda para transformarse en masa.
Ya en la máquina, la masa será aplastada, laminada y cortada para tomar la clásica forma de disco. Después la tortilla es transportada en una banda a tres hornos, para finalmente salir. El tiempo promedio de preparación de cada tortilla es de 60 segundos.
Una vez que tuvo su prototipo, Celorio se lanzó al mercado con ventas modestas apenas vendiendo una máquina al mes. Sin embargo, a principios de los años 50 se unió a un ingeniero del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Alfonso Gándara, quien le ayudó a perfeccionar la máquina para darle más textura a la tortilla.
En los años posteriores Celorio se enfocó en perfeccionar su máquina para que no se sobrecalentara mejorando las tuberías internas para aprovechar esa temperatura. Para 1963 ya había producido la máquina dúplex, capaz de generar 132 kilogramos de tortillas en una hora.
Don Fausto falleció a los 87 años. A él se le atribuyen más de 150 inventos y se estima que más de 100 mil tortilladoras en todo el mundo llevan su apellido.