No recuerdo haber visto al mismo tiempo, en los distintos niveles de gobierno, a personajes tan parecidos y a la vez tan diferentes. El Presidente López Obrador, el Gobernador Rocha Moya y el Alcalde Estrada Ferreiro, parecen interesados en tener la mayor cantidad de problemas posibles durante su administración.
Al titular esta columna “Tres Tipos de Cuidado”, hago referencia a aquella película mexicana llamada Dos Tipos de Cuidado, filmada en 1952, en la que Ismael Rodríguez dirige a Luis Aguilar y Pedro Infante, que en la trama eran tan amigos que se odiaban y se peleaban la misma mujer. Finalmente se sabe que la esposa-prima de Pedro Malo estaba enamorada de Jorge Bueno y la hermana de este último está enamorada del primero. No le doy más información por si no la ha visto.
Fue la única película que hicieron juntos Jorge Negrete y Pedro Infante. La historia no es demasiado interesante pero la escena de las coplas, en la que se responden con comentarios que van subiendo de tono, es uno de los momentos clásicos del cine mexicano.
Volviendo a nuestros célebres personajes de la vida real, no cabe duda que les encanta la adrenalina, mientras más “gordo el nudo”, mejor. Otro que no canta mal las rancheras es el Químico Benítez, Alcalde de Mazatlán, que al parecer sí le hace caso a sus asesores y ha dejado de estar en medio de tanto alboroto como en su primera administración municipal, o en la precampaña del año 2020.
La pregunta inicial que me hago es ¿Qué necesidad tienen de estar escarbando para ver con quién se pelean o con quién aumentan el desacuerdo?
Mucho se ha declarado acerca de que todavía andan en campaña, y eso parece.
El Gobernador Rubén Rocha Moya hasta da señales de disfrutar cuando le preguntan sobre las últimas declaraciones del Lic. Estrada Ferreiro. Se ha perdido el peso de la investidura, que solo la cuidan cuando parecen estar conscientes de que arriesgarla les saldría peor.
El Profe Rocha no tiene ninguna necesidad de pelearse con nadie, ni de mandarle mensajes a ningún Alcalde, Diputado o Secretario de Gobierno. Él es el Gobernador. Si algo no le parece, tome decisiones, marque la pauta, dé la instrucción y que truene lo que tenga que tronar.
Antes, con todos sus bemoles, era por arriba política y “por abajo, bolas”, pero cuando menos parecían políticos. Ahora parecen gallos de pelea.
A nivel federal ya se llegó al cansancio. Lo que hace dos o tres años eran cientos de miles viendo “La Mañanera”, se ha convertido en unos cuantos miles, pues los temas son los mismos, con escasas ocasiones en las que la pelea se dirige a otro personaje. Con un costo, al erario público, de cuando menos 30 millones de pesos en lo que va del sexenio.
La “Semanera” pudiera aguantar un plazo mayor, pues no es a diario, pero corre el mismo riesgo si se sigue con la misma tendencia.
Por supuesto que el Gober no puede esperar, ni en el mejor de los casos, que no le preguntemos sobre el más reciente desacuerdo, metiendo hilo para sacar hebra, pero es en ellos en los que debe caber la prudencia.
Esta mañana, en la presentación del Plan Estatal de Desarrollo, que habrá que leer porque en el evento no se dijo nada; como buen maestro, dijo él mismo, pasó lista de asistencia a los Diputados, Presidentes Municipales y Líderes Partidistas ¿Para saludar a los que sí estaban o para evidenciar a los que no estuvieron?
Por supuesto que aprovechó para agregar la siguiente frase: “Muchas gracias por venir; es una expresión de civilidad política el venir”.
Entre los pocos que tuvieron falta, se contó al Alcalde de Culiacán, a quien por cierto, el Congreso del Estado de Sinaloa ya le instaló el proceso de juicio político, eso sí en reunión secreta, que si bien es legal, genera “sospechosismo” ¿O no?
Lo que necesitamos en nuestro estado es autoridades que trabajen en armonía, que conjunten esfuerzos para mejorar la situación económica, social, emocional, familiar, tan afectada por estos años de pandemia y por las diversas crisis asociadas a la misma.
Urge que se enfoquen en el desarrollo económico sustentable, la seguridad pública, el combate a la impunidad, la prevención y solución de la violencia intrafamiliar, la atención a las personas con discapacidad, la conservación de las escuelas y la calidad de la educación. Hay tantas tareas pendientes que no deberían tener tiempo para pensar en contra de quién se van a lanzar hoy. Eso no beneficia a la sociedad y los hace quedar muy mal. Eso creo yo.