Diputado de Morena y diputada del PRI, integrantes de comunidades indígenas, lamentaron que pese a los avances que registra Sinaloa, muchos de sus pueblos carecen de agua potable, drenaje energía eléctrica, y no tienen fácil acceso a servicios médicos, por lo que mueren antes que personas no indígenas.
El diputado Martín Vega Álvarez, de Morena, y presidente de la Comisión de Comunidades y Asuntos Indígenas, fijó un posicionamiento con motivo del Día Panamericano del Indio.
Recordó que este día se estableció el 19 de abril de 1940 durante el primer congreso indigenista interamericano, integrado por organizaciones de diversos países de América.
“Es sin duda una fecha especial para recordarnos que los pueblos indígenas existimos antes de la instauración de la República y que nuestra presencia se sigue preservando a través de la descendencia”, dijo.
Aun cuando legalmente las personas indígenas tienen los mismos derechos que cualquier otro ciudadano mexicano, aclaró, en la práctica existe un desfase en la aplicación y protección de estos que les ha afectado durante años.
“Las comunidades indígenas no somos un monumento al pasado, al contrario, somos actores de un presente fuerte que vive y que late con proyección de futuro. Nuestra cosmovisión no muere, al contrario se adapta y renace a pesar de las dificultades de la realidad en la que vivimos”, dijo.
Que este día, agregó, sea motivo de reflexión sobre los retos y los cambios que se necesitan para reconocer, buscar y propiciar un verdadero país con mentalidad pluricultural que censure y desarraigue la discriminación en todas sus vertientes.
La diputada del PRI, Deisy Judith Ayala Valenzuela, aseguró que los indígenas tienen los mismos derechos humanos como cualquier otra persona, pero también el derecho de conservar sus costumbres, lenguas y patrimonios.
Sin embargo, dijo, es importante que se sepa y se reconozca la situación de los pueblos indígenas, ya que en la realidad no gozan de todos sus derechos.
Con cifras del Consejo Nacional de Evaluación (CONEVAL), expuso que el 69.5 por ciento de la población indígena experimentan una situación de pobreza y el 27.9 por ciento se encuentran en pobreza extrema.
El INEGI señala, agregó, que el 30.5 por ciento no tuvo acceso a un trabajo digno, que el 55.2 se desempeña en trabajos manuales de baja calificación y bajos ingresos.
El 43 por ciento no concluyeron la educación primaria, y es una aberración.
La esperanza de vida de los indígenas, dijo, es de siete años menos que el resto de la población.
Nos estamos muriendo antes, resaltó con voz quebrada y tuvo que hacer una pausa para no soltar el llanto.
Contamos, agregó con altas tasas de desnutrición crónica. La situación es desalentadora a nivel nacional y en Sinaloa no es diferente.
En Sinaloa, precisó, es muy difícil acceder a los servicios de salud, y por ello los pueblos indígenas siguen utilizando la medicina tradicional.
En lo económico, los hombres son jornaleros, cargadores, albañiles… y las mujeres, laboran como trabajadoras domésticas y jornaleras, y los sueldos no son bien remunerados.
Por todo lo anterior exhortó al Congreso del Estado a que siga legislando y etiquetando recursos a favor de las comunidades originarias y ser observadores de la aplicación de esos recursos.
La diputada María Victoria Sánchez Peña, de Morena, también hizo uso de la voz, y se pronunció por una mayor coordinación entre el Congreso del Estado, Gobierno del Estado y ayuntamientos para atender a las comunidades indígenas y a los habitantes de sectores marginados de las zonas urbanas,
Todo lo que conlleva a bienestar tiene que ver con economía. Todas las necesidades en lo urbano y lo rural tienen que ver primeramente con los ayuntamientos, dijo.
Propuso que desde el poder Legislativo se den más herramientas a los ayuntamientos para que puedan atender todas las necesidades que hay, como falta de caminos, agua, drenaje, energía eléctrica, entre otras.