En un abrir y cerrar de ojos (el 29 de septiembre de 2031), los culichis estaremos echando la casa por la ventana cuando Culiacán cumpla sus primeros 500 años de vida. ¿Cuáles regalos recibirá esta ciudad tan generosa de parte de quienes aquí enterramos el ombligo o de quienes llegamos de lejos en busca de pan, arraigo, calor y patrimonio?
Culiacán es ahora el centro de una zona metropolitana que rebasó el millón de habitantes; es una ciudad adulta, compleja, festiva, potente, dinámica, atractiva y sorprendente, que también sufre trastornos urbanos propios de las grandes metrópolis y estigmas lacerantes, como es -por ejemplo- la mala fama de ser cuna y abrigo del narcotráfico, aunque es sabido que tal fenómeno adquirió ya una escala nacional y presenta peores expresiones en entidades y ciudades antes conocidas por su tranquilidad y su cultura, como San Luis Potosí, Aguascalientes, León, Celaya, Guadalajara, Puebla, CDMX, Veracruz, Morelia y muchas, muchas más, para pesar del país entero.
En los últimos años, también, Culiacán ha destacado a nivel nacional como una de las ciudades mexicanas con mayor número de accidentes viales y más niños y personas fallecidas en este tipo de percances.
Tal situación duele y apena y debe obligarnos a definir causas y encontrar soluciones para cortar de tajo el arraigo de un estigma más que nos proyecte como la ciudad en la que más niños mueren atropellados en las calles o en distintos siniestros viales.
La proximidad del medio milenio seguramente inspirará a muchos hijos agradecidos, a los gobernantes, historiadores, académicos e inmigrantes para pensar en una celebración que honre y dé brillo a la urbe. Entonces, conviene revisar desde hoy el aquí y el ahora para iluminar algunas ideas o proyectos dignos de tal homenaje.
Ya en el 2018, por ejemplo, cientos de personas participaron en diferentes talleres organizados por el Instituto Municipal de Planeación de Urbana (IMPLAN) en ocasión de la elaboración del Programa Integral de Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS), cumpliendo la obligación de actualizar la estrategia de movilidad planteada en el Programa Parcial de Movilidad para el Desarrollo Urbano de Culiacán (IMPLAN Culiacán 2006). El significado del año 2031: el medio milenio, inspiró a los participantes.
Para el diseño del PIMUS, uno de los principales talleres celebrados, en el que participaron funcionarios, empresarios, académicos, estudiantes y ciudadanos en general, tuvo como propósito definir la Visión Culiacán 2031, en la cual plantearon cómo ven a su ciudad en tal año:
– “Culiacán es una ciudad caminable, verde, conectada, incluyente y segura para la gente”, definieron.
Para hacer realidad la Visión Culiacán 2031 el PIMUS plantea distintas estrategias y metas a lograr entre 2018 y 2024 en cada uno de los elementos que componen la Visión. Veamos:
Culiacán caminable. Refleja la aspiración de tener una ciudad compacta, con un esquema de movilidad que acerque orígenes y destinos y potencie el centro histórico con actividades especializadas y condiciones que permitan los desplazamientos seguros a pie. En éste, las líneas estratégicas del PIMUS proponen ampliar la cobertura de banquetas del 38.5% al 55% de las manzanas de la ciudad y aumentar la infraestructura para las bicis del 0.5% al 7.3% de la red vial.
Culiacán verde. Una ciudad resiliente con movilidad sustentable que genere amplios espacios con alta calidad ambiental, microclimas en estos espacios y capacidad de adaptación a los efectos del cambio climático. Aquí, la propuesta es reducir el porcentaje de viajes realizados en autos particulares del 50.1% al 45.1%.
Culiacán conectado. Una ciudad competitiva, con movilidad eficiente, que cumpla con las exigencias del desarrollo económico, el movimiento de personas y bienes y potencie la oferta de infraestructura y servicios de movilidad.
Culiacán incluyente. Con infraestructura y servicios de movilidad accesibles para todos, en especial para los más vulnerables a través de diseño universal y mecanismos de compensación e integración tanto física como económica. La propuesta es aumentar el porcentaje de esquinas de manzana físicamente accesibles del 12.8% al 25% de las manzanas de la ciudad.
Culiacán segura. Dispone la prioridad de reducir la violencia vial en las calles de la ciudad garantizando espacios públicos seguros para todos, reduciendo las velocidades de los vehículos y estableciendo controles y obligaciones a quienes generen riesgos. En este renglón, la propuesta es reducir en -5% anual el número de personas fallecidas en accidentes de tránsito.
Aunque la meta (-5%) parece modesta, el -5% pretendido entre el 2018 y el 2024 significaría un logro importante, sobre todo si recordamos que esta estadística trágica tiende al alza en Culiacán. De otra forma: un supuesto de 100 muertes por accidentes que habría en el 2018, se reduciría a la pérdida de 69.9 vidas humanas en el 2024.
Vale la pena intentarlo y no guardar o empolvar las buenas ideas, ¿no?