Un millón 900 mil niños, niñas y adolescentes de entre 4 y 17 años de edad no se inscribieron en el actual ciclo escolar como consecuencia de la pandemia de covid-19.
Según los resultados de Encuesta ENCOVID-19 Infancia. Siguiendo los Efectos de la covid-19 en el Bienestar de los Niños, Niñas y Adolescentes durante la pandemia. Resultados 2020-2021, 8% de los hogares con integrantes en ese rango de edad reportaron que algún infante no se registró en la escuela para cursar el periodo actual.
Entre los hallazgos del ejercicio realizado por la Universidad Iberoamericana y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) se encuentran que la mitad de los menores de edad que abandonaron las aulas en este ciclo escolar son adolescentes de entre 14 y 17 años, lo que equivale a 950 mil jóvenes.
“Muchos de quienes están dejando la escuela tienden a ser de familias o pertenecientes a familias con menores ingresos. Lo preocupante ahí o sobre lo que quisiéramos llamar la atención es que esto contribuye a profundizar las brechas de acceso a educación y aprendizaje; que familias con menores recursos en situación de pobreza y vulnerabilidad definitivamente están más afectados que otro tipo de hogares”, explicó Catalina Gómez, jefa de Política Social de Unicef México.
En entrevista con Excélsior, Gómez detalló que poco más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes que dejaron las aulas son hombres (53%) mientras que 47% son mujeres.
De acuerdo con los datos de la ENCOVID Infancia, 44% de los menores de edad abandonaron en primaria; 19% en secundaria y 26% en preparatoria.
En este contexto Gómez planteó que es necesario identificar a los niños y niñas que no están en las aulas, entender por qué no están asistiendo e implementar acciones para motivarlos y acompañar su regreso.
“Esto requiere una acción proactiva por parte de las instancias educativas para no dejar ir a estos niños, niñas y adolescentes que vamos viendo que van dejando su educación, no hay perderlos y dejar de hacer esfuerzos”, exhortó.
PROGRAMAS REMEDIALES
La jefa de la Política Social de Unicef México comentó que de manera paralela se deben revisar los aprendizajes de los niños, niñas y adolescentes que continúan inscritos en las escuelas, pues no se puede asumir que han aprendido como si hubieran ido todo este tiempo a clases presenciales.
“Hay que evaluar los niveles de aprendizaje de los alumnos e implementar acciones de recuperación que partan del nivel de aprendizaje que tienen; es mucho más costo efectivo invertir en programas remediales ahora, en donde se atiendan los elementos en donde hay rezago, a tener que invertir en programas de segunda oportunidad porque ya los niños están más grandes, porque ha habido una acumulación en la afectación en los aprendizajes y es más complejo hacer que una persona aprenda contenidos que ha podido a prender mucho antes en la vida”, advirtió.
En medio del avance de la variante ómicron con el que se vuelve a dar una nueva interrupción de la asistencia a las aulas, que se ya se había ganado, refirió que desde Unicef la postura sigue siendo priorizar la reapertura de las escuelas.
“Sin embargo esto debe hacerse de manera segura, es decir, que se puedan mejorar o ampliar los servicios de agua, de saneamiento, de higiene en las escuelas, que tengan debida operación y mantenimiento todas estas infraestructuras y que haya adecuado acceso a los suministros básico de higiene y de limpieza, eso es fundamental”, concluyó.