Culiacán, Sinaloa.- En el marco del Día Internacional de la Lucha contra la Lepra, Carlos Lizárraga García, dermatólogo del Hospital General Regional (HGR) No. 1, del Instituto Mexicano del Seguro Social en Culiacán, Sinaloa exhortó a la población a atender oportunamente cualquier sospecha de contagio pues es una enfermedad curable.
 
Por fortuna, enfatizó, la lepra es una enfermedad curable, cuyo tratamiento médico es totalmente gratuito para toda la población, pues todos los pacientes diagnosticados son manejados directamente por la Secretaría de Salud como parte de una estrategia mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para erradicar la lepra del mundo.
 
También hizo un llamado a no discriminar a los pacientes con lepra toda vez que la enfermedad por si misma sufre de un estigma ancestral cuando en la actualidad hay tratamientos efectivos que curan totalmente la enfermedad.
 
“Es muy importante no discriminar al paciente con lepra, pues hay cientos, quizás miles de otras enfermedades infecciosas de mucho más rápida transmisión que la lepra, pues se ha estigmatizado mucho la enfermedad”, señaló el especialista.
 
“Hay tratamiento, es una enfermedad curable totalmente y el paciente deja de transmitir la enfermedad, de ahí la importancia de una detección temprana”, enfatizó.
La lepra es una enfermedad causada por el bacilo Mycobacterium leprae que se transmite de una persona a otra que esté en estrecho y muy prologando contacto con un paciente infectado.
 
Lizárraga García explicó que es una enfermedad crónica que hay que diagnosticar y tratar a tiempo, afecta los nervios y la piel principalmente.
 
El especialista en dermatología señaló que hay dos tipos de lepra, la tuberculoide y la lepromatosa, por lo que es importante distinguir a tiempo de cuál se trata pues de eso depende el tratamiento adecuado.
 
“En el caso el tipo lepromatoso generalmente inician con manchas blancas que no tienen sensibilidad, generalmente carecen de vello en la superficie y que no sudan, en términos dermatológicos se les denomina las cuatro A, acrómicas (de color claro), anestésicas (sin sensibilidad), alopésicas (que no tienen vellos) y anhidróticas (que no sudan)”, detalló.
 
En cuanto a la del tipo tuberculoide, dijo, regularmente son placas que pueden ser rojizas, de bordes elevados, de diferentes formas, incluso nódulos de características sólidas de varios tamaños y es, generalmente en este tipo, donde pueden aparecer alteraciones neurológicas en piernas y brazos que se palpan y son dolorosos.
 
Desde hace algunos años el estado de Sinaloa tiene una de las tasas de contagios más altas del país, de ahí la importancia de realizar una detección oportuna y eficaz de la enfermedad para su tratamiento y evitar complicaciones.
 
Lamentablemente la mayoría de los pacientes acuden al médico especialista cuando la enfermedad ha avanzado, incluso ya con complicaciones como dolor insoportable por alteraciones neurológicas, al grado que llega a inmovilizar algunos dedos de las manos o úlceras que comúnmente le conocemos como llagas.
 
Para el diagnóstico, los especialistas en dermatología del IMSS en Sinaloa se apoyan en cuatro criterios: la sospecha clínica, el análisis baciloscópico, el estudio inmunológico y el estudio histopatológico a través de una biopsia de piel.
 
El equipo humano de Dermatología del IMSS en Sinaloa tiene el compromiso de diagnosticar a tiempo la enfermedad y de inmediato pasar al paciente al protocolo internacional que en el estado maneja la Secretaría de Salud para evitar que crezca la tasa de contagios y mejorar, en su totalidad, la calidad de vida de quienes la padecen.