Estudiantes de Biología e Ingeniería Ambiental de la UAdeO realizan muestreos del agua para el estudio técnico 
 
El objetivo para el 2030 es tener un millón de ostiones filtrando la bahía para reducir la mortalidad por pesca, protección a los procesos de reproducción y crianza, repoblamiento, entre otros beneficios
Angostura, Sinaloa.- La organización civil Sociedad en Acción de Sinaloa (SUCEDE), con sede en La Reforma, Angostura, trabaja para solicitar el decreto de Zona de Refugio Pesquero para la Bahía Santa María. 
 
Isabel Mendoza Camacho, directora de SUCEDE, explicó que una Zona de Refugio Pesquero es un área delimitada en las aguas de jurisdicción federal, a través de la CONAPESCA, con la finalidad primordial de conservar y contribuir, natural o artificialmente, al desarrollo de los recursos pesqueros con motivo de su reproducción, crecimiento o reclutamiento, así como preservar y proteger el ambiente que lo rodea. 
 
Indicó que en el caso de la Bahía Santa María se realizó el cuarto muestreo con el apoyo de alumnos de Biología e Ingeniería Ambiental, de la Universidad Autónoma de Occidente unidad regional Guasave, el cual permitió la recopilación de información para el estudio técnico justificativo necesario para solicitar el decreto de Zona de Refugio Pesquero. 
 
“En este muestreo se obtuvieron parámetros psicoquímicos y densidad poblacional de ostión, contamos con el valioso apoyo de los estudiantes UAdeO como parte de un convenio de colaboración, muy agradecidos con el respaldo de la institución y de sus directivos”, expresó. 
 
Isabel Mendoza recordó que la iniciativa de SUCEDE busca la restauración y conservación de una de las bahías más importantes de Sinaloa, el plan de acción proyecta sanear y restaurar la bahía de Santa María Playa Colorada- La Reforma, utilizando al ostión como filtrador natural. 
 
Subrayó que se ha demostrado que un ostión adulto puede filtrar hasta 150 litros de agua al día y un acre (4000 m2) de arrecife genera 3.7 toneladas de peces extras, contribuyendo a mejorar las pesquerías de la región y la economía que se encuentra en decadencia, producto de la sobre pesca. 
 
“La meta para el 2030 es un millón de ostiones filtrando la bahía y la designación de un área para Zona de Refugio Pesquero, cuyos beneficios son reducción de la mortalidad por pesca, protección a los procesos de reproducción y crianza, repoblamiento, dispersión larval, incremento de tallas y recuperación de cadenas tróficas y hábitats”, puntualizó.