Culiacán, Sinaloa.-  El líder en Sinaloa de Movimiento Ciudadano señaló que el gobierno de Rubén Rocha carece de rumbo, proyecto, metas y programas,   no sabe cómo atender los problemas que viven los sinaloenses, “se la pasa haciendo diagnósticos, sabemos bien las necesidades de cada sector productivo, de los trabajadores y diversos sectores sociales, lo que ocupamos son resultados”, precisó Sergio Torres.

 

Lo anterior al iniciar las conferencias de prensa “Semanera Naranja”, que dijo, será la voz de la ciudadanía para proponer acciones y políticas públicas, pero también para cuestionar la actuación de los gobiernos.

Aseguró Sergio Torres que Sinaloa necesita ya “dar un salto para crecer”, y urgió al gobierno estatal una agenda, proyectos, programas y acciones a desarrollar junto con el gobierno federal y los municipales para lograr ese desarrollo, “nos estamos quedando atrás”.

Dijo que Sonora, con población similar a Sinaloa, aporta el 3.6 por cien del PIB nacional, y nuestro estado sólo el 2.3 por ciento. Mientras Rocha sigue trabajando de manera improvisada, sin visión, sin agenda, sin concretar.

Agregó que, “como copia patito” del gobierno de la república, pone poca seriedad al tema de la pandemia de covid, pues no sabe cuantas vacunas, pruebas de detección o medicamentos se necesitan en Sinaloa para atender el problema, cuando hay mas de 9 mil familias de sinaloenses de luto por la muerte de un familiar por covid, “eso habla de su irresponsabilidad”.

Y precisó: que no se escude en que tiene poco tiempo su mandato, pues entre su elección y la actualidad median 7 meses, “la etapa de aprendizaje hace rato que concluyó”, también dijo que no le eche la bolita a los secretarios, que él eligió y él los coordina, secretarios y secretarias “que están desaparecidas, no se ven en ningún lado”.

Sergio Torres puntualizó que el gobernador es el responsable de cuanto sucede en política administrativa en el estado, en la coordinación con la federación y los gobiernos municipales, tarea donde también ha fallado, pues tiene la peor relación que se recuerde con los presidentes municipales, especialmente con Mazatlán y Culiacán, que representan la mitad de la población del estado.

Todo este desorden es gracias a la falta de oficio político del gobernador, que ha dejado crecer los problemas, muchos de ellos surgidos desde el proceso interno de su partido para elegirlo como candidato, situación que nadie ha podido solucionar.