Surrealismo: «es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral» (Manifiesto Surrealista de André Breton, 1924)
Habitualmente, es complicado entender las estrategias de Jesús Estrada Ferreiro, sobre todo ahora con la discusión sobre el ‘Metrobús’, aunque muchos ven aquí su pretensión de tender un puente hacia el Senado, primero, y de ahí a la gubernatura.
Él mismo explicó el propósito de su reunión con carácter institucional promovida por el gobernador Rubén Rocha Moya, realizada el pasado 3 de diciembre, con los secretarios de Administración y Finanzas y de Bienestar y Desarrollo Sustentable, Enrique Díaz Vega y Ruth Díaz Gurría.
“Es para explicar con ‘bolitas y palitos’ (¿detalladamente?) en qué consiste el proyecto del nuevo Sistema Integral de Transporte Metrobús”, explicó.
El Metrobús (Sistema Integrado de Transporte de Culiacán, SIT) sería una obra que permitiría ahorrar dinero y disminuir el uso de vehículos automotores en Culiacán, dijo en repetidas entrevistas, lo cual es cierto.
Estrada, como cualquier político o funcionario, recurre a un estilo singular que no es malo, ni bueno. Solo es un estilo propio o recomendado por sus asesores, y será respetable siempre su libertad de expresión.
En su jornada mediática del día 3, Estrada indicó que si el Gobierno del Estado no brinda “el recurso” (varios cientos de millones de pesos) para implementar el SIT, “se buscará apoyo internacional para comenzar el próximo año”, aunque otras alternativas del gobierno del estado -siguiendo la lógica del alcalde- serían pedir un préstamo adicional a los 1,300 millones ya solicitados para poder pagar sueldos y aguinaldos, o sacrificar algunos programas sociales ya comprometidos por Rocha Moya; para Estrada, una opción sería evadir compromisos como negar -digamos- los pagos pendientes a las viudas de policías o a agentes policiacos municipales en activo, lo cual ignoramos si es viable.
De la reunión citada, Estrada declaró que esperaba que se pudiera llegar alli a un acuerdo “para agregar el Metrobús al presupuesto”, aunque no se informó institucionalmente cuáles fueron los compromisos adoptados.
En realidad, el SIT es un esquema de transporte deseado en cualquier ciudad como Culiacán, que padece un esquema de movilidad pésimo (en 2020, según el Inegi, fue la ciudad que registró más muertes en “accidentes viales”).
Tal esquema de movilidad no se ha corregido aún pese a algunas intervenciones urbanas difundidas profusamente por la alcaldía.
Un sistema de transporte de este tipo, dígase, podría constituirse en un eje integrador de un verdadero esquema de movilidad urbana sustentable si es parte de una planificación integral del desarrollo urbano.
No obstante, además de la falta de sanciones contra miles de conductores que violan cotidianamente los reglamentos de tránsito, tratados con un extraño comedimiento por la policía municipal de tránsito (“pásele, señorón”), la ciudad parece carecer de instrumentos de planificación que permitan controlar el crecimiento de la mancha urbana, que provoquen la densificación de la urbe, diversifiquen los usos del suelo y alienten el rescate y la repoblación del centro histórico, entre otras acciones ligadas directamente al fenómeno de la motorización, lo que sugiere que el SIT, como acción aislada, no es la panacea.
Pero de lo anterior no escuchamos ninguna palabra, aunque quedan para el análisis diversas sentencias pronunciadas por Estrada.
“El Metrobús se va hacer, sí o sí”, pese a lo dicho por el Gobierno del Estado.
“Hay muchos inversionistas extranjeros en China, España, Brasil, que quieren invertir”, pronunció, ignorando que los transportistas locales, también damnificados por la pandemia, están hoy en cartera vencida debido al incumplimiento de pagos a las financieras que otorgaron créditos para la compra de cientos de buses nuevos en acato a una exigencia del gobierno de Quirino Ordaz Coppel.
“Y si no quiere (el Gobierno de Sinaloa), lo vamos a hacer”, espetó ya encarrilado, olvidando que el ente gubernamental facultado para realizar tal gestión y para regular la operación del transporte público en Sinaloa es el gobierno del estado, no el ayuntamiento.
No podía faltar otra carta empleada repetidamente por el alcalde: su gran amistad con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, subrayó, ya dio su bendición al Metrobús.
Los ciudadanos, en tanto, esperamos conocer el proyecto ejecutivo del SIT, sus impactos diversos en la ciudad, la protocolización de los compromisos que deberán firmar los transportistas, la formación de una empresa integradora que opere el Metrobús, la definición del sistema de recaudo y la constitución de un Fideicomiso que garantice una operación del SIT sana, eficiente y libre de cualquier indicio de corrupción.
En realidad, no falta solo “el oficio” que reclama Estrada a Rocha Moya “para tener el Metrobús”. Faltan otros pasos que dar.
¿Qué tal -por ejemplo- si hacemos pública toda la información relativa al SIT y, en acato a las leyes vigentes, se realiza una consulta pública legal para que los ciudadanos ejerzamos nuestro derecho a opinar sobre un tema que concierne a todos?
La historia nos brinda lecciones que estamos obligados a aprender, sobre todo las autoridades.
No olvidemos las barbaridades sobre las que se mal cimentó el proyecto planta de amoniaco en Topo; no ignoremos el accidentado y casi frustrado proyecto Sendero, ni el fallido Paseo Mundial, víctima de los errores y omisiones cometidos por sus promotores.
Los tres proyectos fallaron por una causa común: el error de ignorar los derechos de los ciudadanos a conocer qué se hará en su entorno y el desprecio oficial a las opiniones de la sociedad.
LLEGÓ LA TERCERA DOSIS
A partir del martes 7 de diciembre y hasta el siguiente domingo, se aplica en Sinaloa una tercera dosis de la vacuna Astra Zeneca.
Digamos que, en el marco de la pandemia, es esta una de las más acertadas y oportunas decisiones del gobierno de la República.
La nueva vacunación llega en buen momento, cuando el registro oficial de nuevos casos en Sinaloa es casi de cero, una situación favorable que sin duda se consolidará con la tercera dosis.
Pero no es todo: corresponderá a los ciudadanos no confiarnos y observar las medidas de prevención harto conocidas.
En la época de mayor ajetreo de todo el año: las fiestas decembrinas, lo principal es no olvidar que la pandemia no ha terminado.
JESÚS M. ESTRADA, NUEVO DIRECTOR DE ISDESOL; RINDIÓ PROTESTA ANTE RUTH DÍAZ GURRÍA
Por cierto, Jesús Manuel Estrada López, hijo del alcalde Jesús Estrada Ferreiro, rindió protesta ayer como Director del Instituto Sinaloense de Desarrollo Social, ISDESOL, ante la secretaria de Bienestar y Desarrollo Sustentable, Ruth Díaz Gurría. Se trata de una excelente oportunidad que brinda el gobernador Rubén Rocha Moya al joven abogado en su estreno como servidor público. Enhorabuena.