¿Cómo se encuentran las y los alumnos en lo académico y emocional? El secretario de Educación, Juan Alfonso Mejía López, presenta diagnóstico
– En Sinaloa, la Escuela contuvo la gravedad de los efectos de la pandemia en el aprendizaje, abandono escolar y estrés de las y los niños
Culiacán, Sinaloa; 19 de octubre de 2021.- En Sinaloa se evitó una catástrofe educativa y se previno un desbordamiento del abandono escolar. El sistema educativo de la entidad fue midiendo y aprendiendo sobre sí mismo, pues a lo largo de la contingencia ha diseñado estrategias como “Me quedo en mi escuela” y “Regreso sin prisa, pero sin pausa”, que implican un método: diagnosticar, focalizar, implementar opciones, evaluar lo implementado, corregir y volver a diagnosticar.
Al presentar el diagnóstico “La escuela es solución, no problema. Los efectos de la pandemia en nuestros niños”, el secretario de Educación Pública, Juan Alfonso Mejía López, indicó que ha valido la pena el esfuerzo realizado por las familias y los profesores, quienes contaron con opciones que permiten que las niñas, niños y adolescentes aprendan, se sientan apoyados, y que se queden en la escuela.
Señaló la importancia de evaluar la gravedad de los efectos de la contingencia en las niñas, niños y adolescentes para lo que se aplicaron dos instrumentos. El primero evaluó los aprendizajes mínimos y el segundo, el estado emocional de las y los alumnos, tomando una muestra representativa estatal de 40 mil estudiantes de primaria y secundaria.
Durante los primeros seis meses de la pandemia la SEP pronosticaba un 10% de abandono a nivel nacional. Este año INEGI consideró un 22%. Lo que implicaría una pérdida de 126 mil niñas y niños sinaloenses, el equivalente a llenar seis veces y un tercio el estadio Ángel Flores.
Las estrategias emprendidas en Sinaloa (Centros Comunitarios de Aprendizaje, Desde hoy a la escuela, Regreso sin prisa, pero sin pausa, etc.) evitaron ese nivel de desbordamiento. El abandono es de 53 mil 127 alumnos (9.2%), representa llenar dos veces y medio el llamado también estadio de Los Tomateros. Sinaloa contuvo la inercia, y se ubica por debajo de la media a nivel nacional.
Las estrategias nacionales fueron de gran apoyo, la evaluación general de conocimientos de la SEP es una mirada a los alumnos en los estados. Sin embargo, el 6 automático (“todos pasan”) lo medimos como posible riesgo de abandono para no considerar a ese grupo de niños entre quienes ya abandonaron.
La pérdida de los aprendizajes representa otro reto mayúsculo. La investigación del Centro de Estudios Espinosa Yglesias indica que, la interrupción de la presencialidad durante 18 meses provocaría una pérdida en los aprendizajes de 1/3 del grado escolar en un escenario favorable y generalizado, mientras que el peor, la pérdida de todo el año debido a la falta de estrategias, o por el fracaso de éstas. México perdió 2/3 de escolaridad. Sinaloa se ubica arriba de la media, es decir, contuvo los efectos más graves en los aprendizajes.
La conectividad a Internet no garantiza mejores resultados. La diferencia entre escuela privada y pública es mínima, enfrentan los mismos desafíos. Lo que no se aprendió en un año escolar deberá recuperarse en el siguiente o continuará acumulándose en los siguientes ciclos escolares.
La escuela no son ladrillos. Durante la pandemia se ha contenido el estrés social, por ello el trabajo de los docentes ha sido fundamental. Según el diagnóstico, 8 de cada 10 niños han sentido un gran apoyo por parte de sus profesores y 9 de cada 10 siente esperanza y optimismo; mientras que 6 de cada 10 se entusiasma por regresar a lo presencial. Mejía López concluyó que, la Escuela es solución, pues las y los niños están, aprenden, y son apoyados por sus maestros, sin embargo, mientras no termine la pandemia no podemos bajar la guardia, y en medida en que no regresemos a la presencialidad, seguiremos teniendo graves pérdidas.