México se encuentra entre los primeros lugares de obesidad y sobrepeso a nivel mundial de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud

La obesidad y el sobrepeso poco a poco se han convertido en uno de los problemas de salud pública más alarmantes para México, lo cual debido a la pandemia de COVID-19 se vio mucho más evidenciado.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) nuestro país se encuentra en el segundo puesto a nivel mundial, tan solo detrás de Estados Unidos, en obesidad en adultos; mientras que en cuanto a obesidad infantil el país ocupa el cuarto lugar.
Por su parte la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2006) indicó que alrededor del 30 por ciento de la población mayor de 20 años tiene obesidad y más del 70 por ciento de la población adulta entre los 30 y 60 años, tenían exceso de peso.
La prevalencia de sobrepeso fue más alta en hombres que en mujeres, al tiempo que la prevalencia de obesidad fue mayor en las mujeres que en los hombres.
El principal riesgo de la obesidad y el sobrepeso es que ambos padecimientos desencadenan enfermedades crónicas, como la diabetes, y por la tanto elevan el índice de mortalidad.
Algo que de acuerdo con las autoridades federales ha jugado un papel sumamente importante durante la pandemia de COVID-19, ya que gran parte de la población padece algún tipo de comorbilidades.
En cuanto a la alimentación de los mexicanos, el Estudio Diagnóstico del Derecho a la Alimentación Nutritiva y de Calidad 2018, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollos Social (Coneval) plantea que en México predominan los alimentos con baja o nula calidad nutricional.
Por ese motivo, Xóchitl Ponce Martínez, académica de la UNAM, la carencia al acceso de alimentos de calidad se relaciona con uno de los problemas graves a nivel mundial.
Ponce Martinez, resaltó que los productos más consumidos tanto por adultos como por niños, son las bebidas endulzadas, así como las botanas, dulces y postres y por el contrario, los que menos se consumen son verduras, frutas y huevo, una de las proteínas más accesibles.
Sin embargo, la académica remarcó que no todo se debe a los malos hábitos de los mexicanos , ya que la calidad de la alimentación depende también del acceso que la ciudadanía puede tener a productos ricos en nutrientes.
Bajo ese contexto y para poner un alto a la obesidad en México, es necesario crear herramientas que permitan evaluar la calidad de la alimentación de acuerdo a la población y al contexto en el que esta se desenvuelve; así como mantener ciertos hábitos de actividad física y de descanso.