Apenas decía ‘tengo novio’, sus padres, hermanos, tíos, padrinos y el confesor atiborraban a la jovencita con preguntas clave: ¿de cuál familia es?, ¿estudia o trabaja?, ¿es creyente?, ¿es decente?, ¿de centavos?, ¿fuma, toma, va pa’ allá? Seguía la visita del novio para pedir ‘permiso’, donde soportaba mil preguntas y la carrilla de los más atrevidos. ¿Era adecuado el procedimiento? Sí o no, así era. O es, dicen.
Antes de analizar cómo deben ser seleccionados los funcionarios de un gobierno, un tema en boga, divagamos con el repaso de un procedimiento antiguo para conocer y en su caso aceptar a los galanes del tiempo pasado. Era una prueba inmediato, frontal e inmisericorde. Si erraba el muchacho, era descalificado, aunque después el amor se imponía y muchas novias ‘se iban’ con él y criaban frondosas y hermosas familias.
El procedimiento descrito y las preguntas ‘de qué familia es, qué estudió, si cree en Dios, si es decente, de centavos, o si fuma, toma o va pa’ allá’, es improcedente para elegir a cientos de personas que desean ser parte del sector publico. Ni pensarlo.
Pero no existe un manual que dicte cómo medir los atributos que deben tener los funcionarios. Según la historia, gobernadores anteriores realizaron procesos cerrados en los que, según las evidencias, privilegiaron como caracteristicas que debian poseer sus colaboradores el acreditar un perfil profesional alto, una colección de doctorados (que al final no garantizaban honradez plena) o una carrera política decorosa, pero también asomaban condiciones aberrantes. Por ejemplo el nepotismo, el compadrazgo, la complicidad en los negocios particulares, el amasiato, el servilismo, etcétera. Ah, y La Incondicionalidad.
¿COMO DEBE SER UN SERVIDOR PÚBLICO?
La Corporacion Líderes para Gobernar (Ecuador) realizó un estudio sobre el tema, del cual publicó un resumen en 2018 la Plataforma Apolitical. En entrevistas a expertos de Dinamarca y otros países, citó 7 cualidades que deben tener los servidores públicos. De inicio, mencionó que quizá muchos piensen que los hombres de gobierno “son aburridos y afines, sin limite, a la burocracia”. Mientras, los medios tradicionales los retratan como corruptos que van por sus resultados económicos y no por los ciudadanos.
Estas son las 7 cualidades:
AMABILIDAD. Natasha Lewis
– Ministerio de la Mujer, Nueva Zelanda- menciona 3: paciencia, resiliencia y amabilidad. Uno de sus dichos preferidos es: “Todos aquí somos inteligentes, por eso distínguete por ser amable”.  Lewis prefiere ‘conectar’ con aquellos “con la amabilidad de crear formas inclusivas y poderosas para diseñar, dar forma, entregar y evaluar esas ideas brillantes” .
MIRADA CRITICA. Syed Muntasir Mamun -Ministerio de Asuntos Exteriores, Bangladesh- prefiere la capacidad  “de ver a través de alguien… que vea a través de los velos, ya que hay muchas máscaras que la gente usa; si entiendes eso, se resuelven muchos misterios” . Además,  imaginación, trabajo duro, en equipo, y mente abierta.
FLEXIBILIDAD PARA EL FUTURO. Para Aarathi Krishnan  -Fed. Int. de la Cruz Roja- la faz del gobierno ha cambiado. “El cambio está en los poderes crecientes de las ciudades, de los sectores privados y de la sociedad civil. Necesitamos repensar el servicio público en general” , promueve.
EQUIDAD. Zakhele Mbhele  – Parlamento de Sudáfrica- cree que lo que hace a un buen servidor es la calidad de operar desde una premisa de ideas y principios, no de intereses individuales y agendas partidistas.
TENACIDAD. Para Victor Khodayar -Alianzas y Des. Empresarial, Dinamarca- la vocación civil y el compromiso exigen el deseo de mejorar la calidad de vida de la sociedad, la situación actual y las oportunidades futuras.
SENTIDO DEL DEBER. Wouter Kriel -Proyectos en Land Reform Advisory Desk, Sudáfrica- dice que pasamos un proceso de descubrimiento de la corrupción masiva en el Estado sudafricano. Casi siempre hay un servidor público sobornable, pero se debe ofrecer el soborno antes de ser aceptado. Aquí aparece la integridad como un valor para los servidores públicos.
ALGO DE REBELDIA. Siobhan McKenna -Políticas en la Municipalidad de Londres- dice que los servidores públicos más eficaces “son los que desafían constantemente sus propias ideas y prejuicios, la forma en que ‘siempre se ha hecho’ y a los líderes de opinión.” El desafío y la colaboración conducen a la innovación” .