¿Nueva pandemia? Esta parece ser una expresión de aguafiestas, pero no es la intención. En Europa sufren ya una tercera ola de contagios que sólo se asemeja a eso: a otra pandemia.
Algunos países regresaron al confinamiento severo y, en reacción, brotan las protestas de millones de personas al borde de la histeria.
Hace un año, el gobierno mexicano se mostraba optimista ante la amenaza. “Será una gripa más”, dijo Hugo López Gatell, que además descalificaba los cubrebocas.
Pero poco tardó en llegar a México la peste y encontró confiado al pueblo y al gobierno de México.
Hoy tenemos más de 200 mil hogares enlutados, aunque algunos aseguran que la cifra real es superior a 320 mil.
Es muy sorprendente el contraste de criterios con que los países del mundo gestionan el tratamiento de la pandemia.
Aún entre los estados del mismo país, las diferencias son notorias. El gobierno de Querétaro, por ejemplo pide a la población cancelar todos sus planes vacacionales pues temen que la tercera ola arrase en la entidad.
La iglesia Católica, en su semanario Desde la Fe, pidió evitar una nueva ola de contagios en los días de la Semana Santa. No es momento de aglomeraciones, ni de fiestas, alertó.
Para Alexander de Croo, jefe político de Bélgica, la nueva ola es ‘casi una nueva pandemia’, con un Covid más virulento. En ese país, la nueva variante británica es causante del 76% de los nuevos casos.
En Francia, con más de 35 mil nuevos casos y más de 4 mil pacientes en terapia intensiva el sábado anterior, la tercera ola es una realidad y obligó a dictar una nueva cuarentena de un mes.
En Brasil, con 75 mil contagios y 3 mil muertes cada día, el presidente Jim Bolsonaro calificó de “tiranos” a quienes plantean la necesidad de restringir la movilidad social. La visión y los datos del presidente carioca son distintos a los del resto del mundo. Es obvio.
En Sinaloa nos la jugaremos. Las playas, balnearios y centros recreativos estarán abiertos a los vacacionistas, lo que abre también la posiblidad de que nuestra tercera ola (esto es un decir porque la primera ola no ha pasado) venga de las playas.
No hay mucho que expresar sobre ello: digamos que la economía clama apertura total para no morir del todo, y esa es la prioridad ahora.
Recurramos finalmente a la ironía como último recurso para cerrar este texto: gracias a Dios, en Culiacán, el alcalde provisional Miguel Ángel González exhortó a las familias que visitarán esos destinos a que respeten los protocolos sanitarios, y advirtió que castigará ‘con barandilla’ a quienes no lo hagan. ¡Qué bueno! Ah, y la gente abandonará los lugares a las 6 de la tarde, ¿no? ¿Lograrán que la gente desaloje?
Llegadas las 6 PM, la gente podría tener un despertar de conciencia y decir: basta de alcohol, de música, de comida, de sol, de nadar, de piel con piel, y emprender el camino de regreso a casa. A ello agregue usted la ventaja que representa que los sinaloenses -sobre todo los culichis- seamos ejemplo de orden y disciplina.
Ojalá así sea, pues en el tumulto y el bacanal previo a las 6 PM alguien (si no es que miles) podríamos contagiarnos.
¿TAPEMOS EL POZO? En Tulum, Q.R., con despedir al jefe de seguridad pretenden hacer justicia a Victoria Esperanza, la mujer salvadoreña asesinada por policías locales. Pero algo debe cambiar en México. De principio, desde el presidente de la República y hasta el más humilde ciudadano debemos repudiar que a las mujeres se les trate sin respeto y peor que a criminales. ¿Es que no nos da vergüenza?
-El 4 de abril iniciarán las campañas electorales en todo el país. Hemos advertido algunos visos de tormenta y deseamos estar confundidos. La jornada electoral deberá ser legal y ordenada, equitativa y pacifica. Debe dignificarnos como estado y nación.
*Luego les cuento. Les encargo la casa.