El Fuerte, Sin.- El caudal del río Fuerte, cuna de vida del pueblo Yoreme, engrandece las raíces de los imponentes árboles de Chalatas, los cuales se convirtieron en el escenario perfecto para edificar las hermosas cabañas que reciben a los turistas que buscan fundirse con la naturaleza a un par de kilómetros del pueblo mágico.
La luz naciente del día refleja la aurora sobre el espejo tenue que se forma en la superficie del río, el cual empodera sus riberas con el vaivén de la corriente, incentivando a quien contempla su andar a disfrutar de un paseo sobre sus aguas. El viento de invierno es excepcional, la hermosa y encantadora brisa se convierte en una neblina matutina que asimila las nubes del cielo mismo, en un descender que procura besar al caudal; así es el despertar en Las Chalatas; un paraíso natural en El Fuerte, Sinaloa.
Más de una docena de cabañas emergen entre el verde colorido de árboles y flora endémica, con andadores empedrados que conectan cada espacio, cada rincón que pretende cautivar al huésped. Caminos de bambú testifican la parvada de pavorreales que enamoran con sus plumajes a los turistas.
100 mil metros cuadrados de vida pura esperan en El Fuerte, justo a las orillas del río, con cabañas cálidas que transparentan con imponentes cristales-pared lo que es vivir en una naturaleza plena. Así es Las Chalatas, un lugar único en México que garantiza a cada visitante una estadía mágica, completa, satisfactoria y gloriosa.
Dicen que quien visita Las Chalatas deja parte de su alma en la corteza de sus árboles, pues al abrazar la experiencia vivida, el espíritu del turista ruega por volver.