Por Guillermo Bañuelos
Las cartas están echadas: de la descalificación recurrente a los organismos autónomos (los consejeros del INE son “alcahuetes” de la mafia del poder y quieren cercenar su libertad de expresión; el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información, INAI, “no está a la altura” y “cuesta miles de millones de pesos”…) el Presidente Andrés Manuel López pasó a confirmar su desaparición. Los espera la guillotina.
La lógica presidencial es simple: ¿para que tener organismos autónomos si el gobierno puede ejercer sus funciones?
El Presidente dijo hace 5 días que alrededor de 200 órganos de este tipo se disolverán o pasarán a ser parte de las Secretarias a su cargo. Caerán primero aquellos creados por Decreto, que ejercen “duplicidades” y gastos “superfluos”. No obstante, garantizó que no habrá despido de trabajadores de base.
Sin embargo, la desaparición de los Organismos Constitucionales Autónomos (OCA’s) y de los Organismos Autónomos generará otros daños graves a la sociedad y un retroceso al país.
A la nutrida lista de voces que exigen suspender esa pretención, se sumó International Chamber of Commerce México (ICC México), para quien el plan presidencial atentaría contra el estado de Derecho consolidado en México desde la alternancia política del 2000. Tal medida demerita derechos fundamentales de las personas y empresas que en México aspiran a desarrollarse en un entorno donde imperen reglas claras y un ejercicio de poder con pesos y contrapesos reales, no donde predomine el autoritarismo que imperó la mayor parte del siglo anterior, ni
donde el Ejecutivo sea juez y parte, ni donde la competencia económica, el uso eficiente de telecomunicaciones y la transparencia y rendición de cuentas en el ejercicio del gasto público sean sólo un anhelo.
ICC México también cree que desaparecer la autonomía de los OCA’s enviará a los mercados internacionales el mensaje de que en México hay un retroceso democrático y un alto riesgo para las inversiones extranjeras.
La desaparición de los OCA’s
podría generar además responsabilidades, conforme a los Tratados de Libre Comercio y Protección a las Inversiones firmados por nuestro país.
El malentendido ahorro que implicaría su absorción apartaría a México del modelo de estado regulador, basado en un ejercicio apolítico del poder, en el que impere la ciencia, la experiencia y la técnica en la toma de decisiones públicas.
La absorción de los OCA’s
impondrá mayores costos al ciudadano común y las empresas porque  en sus compras de bienes y  servicios serán víctimas de la especulación en los mercados, y será complejo conocer y vigilar el destino y la transparencia en el gasto público.
Además de merecer vivir en una sociedad que permita el desarrollo económico, los mexicanos tenemos derecho también a la información pública y a la protección de datos personales con decisiones basadas en políticas públicas a través de organismos que han demostrado ser aparatos técnicos que han contribuido a que sea realidad la alternancia en el poder y el fortalecimiento de la democracia.
¿Qué hacer para detener este proyecto de López Obrador? La creación de estos órganos fue resultado de una larga e intensa lucha social para vencer la opacidad y el autoritarismo del sistema mexicano, no fue una dádiva graciosa de los políticos.
Pero las cosas no han cambiado: solo una ciudadanía con memoria, vigilante y demandante puede frenar las ocurrencias de los gobernantes.
*Por cierto, la curva no se aplana… ¡la pandemia domó a México!  Ah, y los Servidores de la Nación son vacunados preferencialmente.
*¿Hay tiro con USA? Por favor, no.