(A propósito de la goliza que el Bayern Múnich le propinó hoy al Barcelona de Lionel Messi, por 8 goles a 2, vale recordar esta colaboración del pasado 03 de Julio de este año)

El ocaso blaugrana

Tony Stark, mejor conocido como Iron Man, dijo en la película de Avengers: Endgame (Hermanos Russo, 2019) la siguiente frase: “Parte del viaje es el final”, un pensamiento que ha resultado muy significativo y se aplica en prácticamente cualquier aspecto de la vida; y para el Fútbol Club Barcelona, es una frase que lamentablemente retrata el presente y futuro deportivo de la organización catalana, un viaje en la élite del fútbol mundial que está por llegar a su final.

Antes de pasar por esta época dorada, si bien el Fútbol Club Barcelona era un equipo respetado a nivel mundial, la realidad es que se vivía permanentemente bajo la sombra del Real Madrid, tanto a nivel de títulos nacionales e internacionales, como en contratación de figuras mediáticas, si bien en años previos pasaron jugadores como Johan Cruyff (quien también los dirigió), Diego Armando Maradona, Romário o Rivaldo; el “boom” mediático de los catalanes a nivel internacional fue la irrupción de Ronaldinho Gáucho en las filas de los culés, pero esto como un preludio para la entrada triunfal de Lionel Messi y la historia que ya todos conocemos.

Han pasado poco más de doce años desde el momento en que Josep Guardiola tomó el control del banquillo y revolucionó de manera magistral el fútbol moderno con su famoso “Tiki – Taka”, ese estilo de juego que priorizaba los pases cortos y movimientos sin balón, de manera que siempre hubiera un jugador desmarcado y garantizando la posesión de la pelota por largos periodos de tiempo, culminando esos largos paseos del balón con un pase a la red, mareando y dejando indefenso hasta al mejor portero, quien poco o nada podía hacer frente al ataque catalán.

Fueron cuatro años donde Guardiola y el Barcelona ganaron la nada despreciable cantidad de 14 campeonatos, destacando 2 UEFA Champions League y 3 Ligas de España, los títulos que quizá son los más codiciados dentro del gremio, al ser el par de campeonatos más competitivos y difíciles que se disputan a nivel mundial.

En esas cuatro temporadas con “Pep” y el “Tiki-Taka” inyectado en las venas de la plantilla blaugrana, los Catalanes se aseguraron de preservar el estilo de juego por algunos años aún y con la ausencia de Guardiola gracias a la base de futbolistas que echaron raíces en el equipo y llevaron a más allá de los límites de la perfección al “Tiki-Taka”: Lionel Messi, Xavi Hernández, Sergio Busquets, Gerard Piqué y Andrés Iniesta se encargaron de mantener con vida el legado del “Filósofo”, y mientras ellos estuvieran en el campo, no había por qué preocuparse, todo estaba bajo control.

Claro, infinidad de jugadores llegaron al equipo en los primeros años sin Guardiola, y la gran mayoría de ellos con cartel de estrellas y fueras de serie: Alexis Sánchez, Cesc Fàbregas, Alex Song, Neymar, Claudio Bravo y Rafinha Alcántara son solo algunos futbolistas que llegaron para buscar dejar huella y salieron del club a los pocos años; cualquiera pensaría que con la calidad de los antes mencionados el equipo se vendría abajo, pero la realidad es que mientras Piqué, Busquets, Iniesta, Xavi y Messi estuvieran en el campo, el equipo ganaba con los ojos cerrados cualquier torneo que jugase.

Incluso alcanzó para ganar otra UEFA Champions League y varios títulos de Liga más, bajo el mando de Luis Enrique, pero poco a poco la sombra de la edad empezó a aparecer en la ciudad condal, poco a poco los jugadores base se fueron yendo del equipo producto de jugar tantos años al máximo nivel, a tal punto de que al día de hoy, solamente Sergio Busquets y Messi aún se mantienen en el cuadro titular.

Por soberbia, o quizás por el siempre presente velo de la ignorancia, el equipo siguió malgastando los millones de Euros que entran gracias a los patrocinios, entradas a los partidos y la siempre imparable máquina de la mercadotecnia; pero comprar jugadores a lo loco, sin analizar cuáles son sus estilos de juego y si pueden adaptarse a la idea del “Tiki-Taka” que poco a poco se ha ido difuminando, ahí es donde radicó el pecado capital de los directivos del equipo, y hoy los tienen condenados a regresar al arropo de una “mediocridad” en términos de fútbol de élite.

Jugadores llegan y se van del equipo a las dos temporadas de haber llegado, casos como: Philippe Coutinho, Arthur Melo, Malcom, André Gomes, Yerry Mina, Paco Alcácer y Lucas Digne, son algunos ejemplos de futbolistas por los que pagaron cantidades exorbitantes de dinero y no pudieron cuajar en el plan de juego de los entrenadores que han llegado tras Guardiola, un plan de juego que parece un Frankenstein de las ideas del ex jugador de Dorados de Sinaloa y las propuestas futbolísticas de los entrenadores en turno en el banquillo.

Hoy en día el equipo tiene deudas hasta las nubes, muchos fichajes fallidos los ha dejado en números rojos y viéndose en la necesidad de malvenderlos para poder hacer cuadrar las cuentas, a cambio deben llegar jugadores que están por encima de los 30 años, y cuyo nivel deportivo tomando en cuenta la exigencia a la que está sometido el equipo culé, no te pueden dar más de dos temporadas de fútbol a tope.

Para ejemplificar lo anterior: Lionel Messi está en sus 33 años, Busquets cuenta con 31 años, Gerard Piqué de igual forma tiene 33 años de edad, Luis Suárez con 33 años, Ivan Rakitić está en sus 32 años, Arturo Vidal también con 33 años de edad, y la reciente contratación del bosnio Mirael Pjanić, quien tiene los 30 años de edad recién cumplidos, es prueba de un equipo “viejo” en comparación de los otros colosos de Europa.

Acabamos de mencionar a siete futbolistas de once que deben estar en el terreno de juego en un partido de fútbol, y cuando tu plantilla tiene una media de edad tan elevada te hace pensar que el futuro a mediano y largo plazo está muy comprometido, y lo que se viene es una restructuración muy lenta y muy dolorosa para una afición acostumbrada a ganarlo todo año con año.

Ya no alcanza con tener a Lionel Messi en el terreno de juego, prueba de ello es el presente año futbolístico, donde han dejado ir La Liga ante el archirrival Real Madrid, un equipo que perdió hace dos años a Cristiano Ronaldo, y que no ha podido llenar el hueco con una superestrella de la misma talla del “Bicho”, pero han sabido sacar adelante el torneo con lo que se tiene de momento, y en Barcelona la realidad es que si Messi no juega, el equipo no está ni para clasificar a la Europa League.

Creyeron que nunca llegaría este momento, que el fútbol les daría alegrías de por vida, y la soberbia de malgastar el dinero y no reinventarse cuando aún sus jugadores estaban a plenitud, les comienza a pasar factura; Messi tiene cuando mucho un par de temporadas más al máximo nivel, ¿y luego?, llegará el tan doloroso adiós, y con él, la época más oscura de los catalanes iniciará, el sol está en el límite del horizonte, y la noche ya está aquí.

Así es el fútbol.

Nos despedimos por hoy, le deseamos una excelente semana y cuídese mucho.

Hasta la próxima.