El Covid 19 agarró a todos con la guardia abajo, y qué decir del deporte a nivel mundial, sin importar la Liga o la disciplina profesional, la actual contingencia sanitaria ha obligado a aplicar demasiados cambios en los cierres de temporada para el caso del fútbol en general y el básquetbol de la NBA, y algunas adecuaciones y dimes y diretes en otros, como lo son las Grandes Ligas y la NFL.

En esta ocasión nos vamos a enfocar en la MLB, dado que el deporte del emparrillado hasta el momento se sigue manteniendo firme su calendario de actividades tanto de pretemporada como también su rol regular, además, los peloteros y directivos se enfrascaron en un litigio muy largo y desgastante para los aficionados que se quedaron esperando el primer lanzamiento aquel lejano 26 de marzo del 2020.

Ya se hizo oficial que el próximo 23 de julio arrancará una temporada inédita de solamente 60 partidos, contrario a los 162 encuentros que se juegan en un año natural, pero como son tiempos de covid, las cosas cambian, y ciertamente el haber logrado que se jugara una temporada de solamente dos meses, ya es una hazaña para el béisbol.

Cuando la pandemia obligó a suspender prácticamente todos los deportes en el mundo, la temporada de béisbol estaba en su segunda semana de Entrenamientos de Primavera, y en primera instancia, los pronósticos iniciales del avance del virus daban a entender que sería algo breve (sí, claro), por lo que simplemente se recorrió cosa de quince días la fecha de inicio de la campaña.

Para estas alturas, las directivas y los peloteros habían acordado que no habría cambio alguno en su paga, como simplemente era un recorrido “menor” en el arranque de campaña, no se ponía en riesgo el salario de los jugadores para todo el año de juego, que son seis meses, o siete dependiendo de hasta dónde llegue el equipo en postemporada.

Como paréntesis, hay que hacer el apunte de que en Grandes Ligas existe un Sindicato de Peloteros que vela por los derechos del beisbolista; esta organización data desde 1966, y en 1994 fue la última huelga que canceló una temporada de béisbol, al exigir que los salarios y contratos fueran de acorde a la inflación de aquel entonces, los precios de las cosas y el valor del dinero subían y subían, pero el salario de los peloteros se mantenía igual, y eso fue lo que detonó la huelga en aquel entonces, dejando a los Azulejos de Toronto sin oportunidad de pelear por el tricampeonato.

Para ejemplificar lo último, el legendario lanzador derecho de los Dodgers de Los Ángeles, Orel Hershiser, firmó en 1989 un contrato de tres años y $ 7.9 millones de dólares; una cifra que en aquellos ayeres era de escándalo, y si la comparamos con los $ 330 millones de dólares que los Phillies le pagarán a Bryce Harper por 13 temporadas, queda como un chascarrillo lo que eran las sumas de dinero que se pagaban previo a la huelga del 94.

Regresando al 2020, cuando la situación se iba extendiendo poco a poco, y los quince días se convirtieron en treinta, luego cuarenta y luego más de sesenta, a los directivos ya no les pareció rentable pagar seis meses de salarios si solamente se disputaría cuando mucho dos meses de temporada; y es así cuando inició la guerra de egos entre dueños y jugadores.

Propuesta que presentaba MLB al Sindicato de Jugadores, propuesta que era desechada, la promesa inicial de pagar la campaña completa había quedado en el pasado, y los peloteros no querían “arriesgar su vida” a jugar cuando mucho 60 partidos si no se les pagaba el salario completo; una postura de cierto modo ridícula por parte de los jugadores, pero vamos, ellos saben perfectamente que hacen girar este importante negocio llamado béisbol.

Rob Manfred como cabecilla de MLB tampoco hizo mucho por la causa para tratar de disuadir al pelotero de jugar, una actitud muy tibia por parte del comisionado ante el problema tan delicado que implicaría quedarse un año sin béisbol, no solo por el espectáculo deportivo, sino por varios contratos que caducarían este año.

Hay una lista importante de peloteros que este año entrarán en la agencia libre, es decir, se desvincularán de sus actuales equipos y buscarán al mejor postor por sus servicios; otros aprovecharon que estaban en su último año de contrato para cambiar de aires a otros equipos, y, dependiendo de la experiencia vivida, decidirían si extender su contrato o buscar acomodo en otro lado.

Un ejemplo de esto último es el caso del pelotero Mookie Betts, quien se desvinculó de los Medias Rojas de Boston en su último año de contrato, y se fue a Los Ángeles para jugar con los Dodgers, una vez terminada la temporada, decidiría si seguir o irse a otro lugar.

Bueno, si la temporada no se hubiese jugado este año, los equipos debían pagarle de igual forma a los jugadores por el año completo de servicios, algo completamente injusto y ridículo, pero que está estipulado en los contratos de todos en base a las demandas que cada año pone sobre la mesa el Sindicato de Peloteros a manera de protección de los intereses de los agremiados.

Imagínese, Mookie Betts pudo cobrar 27 millones de dólares a los Dodgers de Los Ángeles sin siquiera haber jugado un partido de temporada regular, e irse a otro equipo con total libertad al convertirse en agente libre.

Sin embargo, se llegó a buen puerto con la negociación y sí habrá béisbol, ¿Cuál fue el arreglo? De momento solo se sabe que cada dos días se harán chequeos médicos a los peloteros, además de que jugarán 60 encuentros en 66 días, del tema salarial no se ha sabido nada, pero seguramente se empezará a ventilar en los próximos días.

Una temporada corta, sí, pero que en estos tiempos significa que peor es nada, el béisbol por la televisión forma parte de la “rutina” de muchas personas alrededor del mundo, y ante la situación actual, el recuperar esos pedazos de “rutina” que se tenían anteriormente significa recuperar algo de normalidad.

Así que resta esperar al play ball de este año, el 1 de julio los equipos reanudarán sus actividades en los campos de entrenamiento, para que a finales del próximo mes ya estén a punto y se pueda jugar béisbol de aquí al mes de octubre.
¿El campeón? La verdad ahorita cualquiera puede serlo, ya diremos quién es el favorito más adelante.

Aquí nos despedimos, buena semana y cuídese.

Hasta la próxima.