Cuando Rubén Rocha Moya fue invitado por Quirino Ordaz para que se integrara a su equipo como Coordinador de Asesores la pensó un poco. Luego de haber participado en el gabinete de Jesús Aguilar, en el que hizo equipo con el hoy gobernador, se retiró a la vida académica en la Ciudad de México donde estrechó su relación y sus proyectos con amigos intelectuales que cultivó durante su vida universitaria. En realidad Rocha ya no quería saber del gobierno y de la política, pero ante la insistencia y la idea de estar un tiempo en su tierra terminó por ceder.
Incluso, antes de aceptar su responsabilidad en el gabinete de Quirino, se lo comentó a Andrés Manuel López Obrador quien por ese tiempo ya cuajaba su candidatura presidencial. No lo hizo a modo de consulta, sino por la relación de amistad que siempre conservó con el ahora Presidente, quien le dijo que no se perdiera de vista porque seguramente lo iba a ocupar en Sinaloa. Y así fue.
Rocha nunca ocultó la relación con sus amigos de izquierda ni ante Quirino su amistad con López Obrador, así es que cuando el ex Rector le planteó su renuncia al gabinete por una invitación expresa para ser candidato a Senador, también fue claro y, como se sabe, el gobernador respetó esa decisión sin que de por medio hubiese signos de ruptura. Hasta donde se conoce hoy Rocha y Quirino tienen buena relación personal, aunque en el contexto de la política es normal que tengan diferencias y fricciones. ¿Limarán asperezas a través de acuerdos en el marco del proceso electoral? Eso pronto se sabrá.
No cabe duda, la historia se construye de escenarios y circunstancias impensables. La relación entre AMLO y Rocha tiene al menos 25 años, pero el ahora Senador ya venía de la izquierda histórica antes que se cruzara en el camino del tabasqueño.
Un dato interesante: Cuando en 1986 Rocha fue por primera vez candidato a gobernador de una coalición de izquierda denominada Movimiento Popular Sinaloense, López Obrador militaba aún en el PRI. Pero cuando en 1998 el ex Rector fue por segunda vez candidato a la gubernatura de Sinaloa por el PRD-PT-PV, el hoy Presidente de la República ya era el líder nacional del PRD y, en esa investidura, le pidió que aceptara la postulación. Hoy ambos navegan en el mismo proyecto y, Rocha como Senador, está en la tesitura, por tercera vez, de ser candidato al gobierno de Sinaloa y, como en 1998, escuchar de López Obrador la propuesta para que acepte la postulación. En política, sobre todo, hay que saber oír los ecos de la historia.
¿Por qué Rubén Rocha Moya podría ser el candidato de MORENA a la gubernatura de Sinaloa? Primero por su relación histórica con López Obrador y porque como Senador ha defendido abiertamente, desde la tribuna, las iniciativas más polémicas del Ejecutivo. Rocha es un orador y debatiente reconocido por todas las corrientes en el Senado y es, junto a su líder Ricardo Monreal,  uno de los negociadores más importantes con la oposición. Segundo, porque AMLO le tiene el encargo de que se concreten las grandes obras federales en el estado.
Tercero, porque hasta ahora es, junto a MORENA, el aspirante que más porcentaje de aceptación tiene en casi todas las encuestas y, tercero, por su relación con diversos sectores de la sociedad sinaloense en los que se incluyen empresarios, profesionistas, dirigentes y militantes de otros partidos con los que mantiene contacto permanente y seguramente negociaciones.
Es igualmente interesante la estrecha relación de Rocha con el ex Gobernador Jesús Aguilar, con el empresario Jesús Vizcarra y, aunque algunos no lo crean, con el también ex mandatario Mario López Valdez. Aquí hay tres piezas claves que hay que acomodar en el rompecabezas de los nuevos escenarios y reacomodos políticos en el país. Aguilar y Vizcarra son dos personajes de mucho peso que se mueven juntos; Malova y Rocha son viejos conocidos. Pero los tres mantienen diferencias con Quirino. Luego le daremos un buen entre a este tema. Claro, en el análisis, también entra el trote y la experiencia de un verdadero caballón: Juan Millán. Sin este personaje la película quedaría incompleta.
ROCHA, LA UAS Y CUEN.
De 1989 a 1992 Rubén Rocha Moya fue Secretario General de la UAS y de 1993 a 1997 fue Rector de la misma. Si alguien, desde fuera, conoce bien la Universidad es precisamente él. Pero las condiciones cambiaron y llegó ahí una nueva generación y una corriente encabezada por Héctor Melesio Cuén que aún sigue al frente de la institución. Es cierto que la dirigencia universitaria y la militancia del Partido Sinaloense en la UAS ven con recelo a Rocha, pero no lo es menos que Héctor Melesio Cuén, líder del PAS, no se cuece al primer hervor y ha mantenido acercamiento con el Senador para tratar de coadyuvar a la solución de los múltiples problemas de la institución, sobre todo el financiero.
No ha sido fácil, mientras Cuén hace esfuerzos por abrirle institucionalmente las puertas de la UAS a Rocha enfrentando reclamos, el Senador reciente los reproches de algunos jubilados que mantienen rencillas radicales con el dirigente del PAS. No entienden que el destino de la Universidad está de por medio y que esta sería la mejor oportunidad para construir un acuerdo a través del diálogo, pero también conquistando espacios de poder, desde donde obviamente se definen las políticas educativas, principalmente las financieras. Ese justamente es el tema.

Aunque en las próximas entregas nos centraremos en el Maestro Cuén y su partido, hay que decir que tanto el PRI como el PAN buscan desesperadamente una alianza con el PAS, partiendo de la idea de que los votos de ese partido serán determinantes para ganar las elecciones próximas. Claro, imaginan que un entendimiento entre Cuen y Rocha puede ser fatal para ellos porque prácticamente, de acuerdo a las prospectivas, ganarían la gubernatura y la mayoría en el Congreso. Por lo pronto, por su amarga experiencia, Cuén ha desechado una alianza con el PAN, pero con el PRI tal vez la esté pensando. Veremos.
OTROS ESCENARIOS
Otro escenario del que hablaremos en las próximas entregas, es el que marca Redes Sociales Progresistas cuyo líder en Sinaloa, Gerardo Vargas, le dijo a este columnista que jamás iría contra las indicaciones de López Obrador. RSP, electoralmente hablando, mantiene un importante número de militantes y simpatizantes. La alianza con MORENA sería natural. Saquen cuentas.
Por otro lado, no será fácil que el PRI haga alianza con el PAN por cuestiones históricas pero, en el caso de Sinaloa, tampoco las cuentas dan para mucho. En vez de sumar, ambos partidos se restarían porque mucha de la militancia priista y panista ni de facto aceptarían esa obscenidad y se abstendrían de votar o buscarían otras opciones. El PRI, por su importante porcentaje de simpatías en Sinaloa no está para esa aventura, mucho menos el PAN que en vez de fortalecerse se hundiría más de lo que está.

En conclusión y a grosso modo, al PRI no le queda otra que buscar negociaciones principalmente con el PAS como opción más segura para tratar de seguir en la gubernatura; o bien establecer acuerdos de facto con MORENA y RSP en la idea de al menos ganar perdiendo. Otra salida que actualmente trata de construir Quirino Ordaz y el PRI, es la estrategia de la pulverización, es decir, imponer candidatos en otros partidos para tratar de dividir la votación al máximo. En esas andan.
Pero hay otros escenarios que luego analizaremos y tiene que ver con las fracturas en los partidos, principalmente en el PRI. Adelanto una: ¿Cómo la van a hacer con Fernando Pucheta en Mazatlán, quien ya tiene varios ofrecimientos de otros partidos para ser candidato a la alcaldía? Ahora que las campañas se centrarán en las redes sociales solo apunto un dato. Pucheta tiene más seguidores que los gobernadores del Noroeste juntos. Ni Quirino, ni la Pavlovich en Sonora, ni Rosas Aispuro en Durango, ni Jaime Bonilla en Baja California, ni Antonio Echavarría en Nayarit, es decir, ni todos juntos completan el número de reproducciones por video que el mazatleco tiene en su red social y que van desde las 300 mil a 500 mil cada vez que aparece. Teniendo un potencial electoral en el débil PRI deberían amarlo, pero todo indica que se resisten a hacerlo. ¿Lo someterán? Pucheta no es perita en dulce. Esto solo un ejemplo al que luego regresaremos.
Bien, pues mientras en el PRI y el  PAN no hay una personalidad definida que apunte a ser candidato o candidata segura, en el PAS las aspiraciones de su dirigente Héctor Melesio Cuén están más que claras. En RSP no hay duda de que Gerardo Vargas, si así lo quiere, será el candidato a la gubernatura. También en MORENA está más que dibujado que el Senador Rubén Rocha, la Senadora Imelda Castro y Luis Guillermo “El Químico” Benítez, se mueven ya, desde antes de la pandemia, en el escenario preelectoral.
Esta trama continuará. Espérela pronto.