La diputada Mariana Rojo, del Grupo Parlamentario de Morena, subió este jueves a tribuna un posicionamiento dentro del marco de la Sesión Ordinaria número 84 de la LXIII Legislatura, donde explicó la importancia de apoyar la iniciativa presentada por su fracción parlamentaria el pasado 24 de octubre; la cual propone reformar varios artículos de la Constitución Política del Estado de Sinaloa para establecer la paridad de género en la administración pública estatal, en los gobiernos municipales, en los órganos constitucionales autónomos y en el poder judicial.
La legisladora inició su participación con un recuento histórico de la participación de la mujer de la vida política del estado mexicano, destacando que en las primeras elecciones del historia realizadas en 1824, sólo pudieron votar los hombres adinerados, excluyendo a las mujeres y a los varones sin propiedades, por lo que estuvieron marcadas por una doble discriminación económica y sexista.
Observó que en 1857 el voto en México se democratizó un poco al reconocerse a todos los varones en edad de votar, sin embargo las mujeres de aquella época siguieron excluidas de la participación democrática.
“La lucha feminista por el reconocimiento de sus derechos políticos continúo y antes que en el plano federal, la lucha feminista empezó a rendir frutos en los estados. San Luis Potosí y Yucatán fueron pioneros en su reconocimiento, lo que sucedió en la década de 1920. En noviembre de 1923 Elvia Carrillo Puerto es electa, en este último estado, como la primera diputada local mexicana”, expuso la morenista.
“Sin embargo en el país y sus entidades privaba una cultura tan machista que no bastaba el reconocimiento legal del derecho de las mujeres al voto para su acceso efectivo a la representación política. Elvia Carrillo Puerto tuvo que renunciar dos años después bajo amenazas de muerte”, añadió.
Señaló que este ambiente hostil impidió que las reformas propuestas durante los sexenios de Lázaro Cárdenas y Miguel Alemán pudieran reflejarse en el derecho al voto para las mujeres. El 12 de febrero de 1947 se consumaría la reforma del artículo 115 de la Constitución Federal, por lo que a partir de aquella fecha en las elecciones municipales podían participar las mujeres en igualdad de condición que los varones, con el derecho de votar y ser votadas.
“Este gradualismo no detuvo la lucha de las mujeres mexicanas por su pleno derecho al voto, hasta que la satisfacción de su planteamiento se volviera impostergable. Ello sucedería un 17 de octubre del año 1953 al ser publicada la añeja iniciativa del cardenismo de reforma al artículo 34, convirtiendo a México en el último país de América Latina en reconocerlo y haciéndose efectiva por primera vez en las elecciones federales del 3 de julio de 1955. Al año siguiente es electa la primera diputada local sinaloense: Alejandra Retamoza Reynaga” , expuso Mariana Rojo.
Sin embargo, explicó que la igualdad en el derecho al voto no logra garantizar la plena igualdad en la representación política, ni en los órganos colegiados de representación popular, ni en los gobiernos, ni en los nuevos órganos constitucionales autónomos, ni en los poderes judiciales.
“Es entonces que surge la legítima demanda de la Paridad de Género. Sin estar expresamente contemplada en la legislación, pero al formar parte de una agenda feminista que se ha tornado irreversible la paridad arriba a Congresos y Ayuntamientos con el nuevo siglo. Es otro avance, pero la paridad aún no es completa”, señaló.
“Le ha tocado a la Cuarta Transformación terminar la obra legislativa con la reforma constitucional de este 2019, y corresponde ahora a los Congresos estatales complementarla con la correspondiente armonización y reforma de las legislaciones locales”, agregó.
En congruencia, recordó que el Grupo Parlamentario de MORENA ha presentado ya dos iniciativas en esta materia. La más reciente fue registrada el pasado jueves 24 de octubre y propone reformar varios artículos de la Constitución Política del Estado de Sinaloa para establecer la paridad de género en la administración pública estatal, en los gobiernos municipales, en los órganos constitucionales autónomos y en el poder judicial.
“Llegó el tiempo de una verdadera igualdad de género en el acceso al poder público en el estado de Sinaloa”, concluyó la morenista.