Andrés Manuel López Obrador deslindó hoy durante su conferencia de prensa mañanera a Quirino Ordaz Coppel de los hechos suscitados en Culiacán el reciente jueves 17 de octubre. “El gobernador no tiene responsabilidad, esto fue una decisión y un operativo del gobierno federal, de la Sedena. O sea, no tiene ninguna responsabilidad”, aclaró.

En relación a la fuga de decenas de reos del penal de Aguaruto, el Presidente aseguró: los reos escaparon “porque tomaron a los custodios de la cárcel y no hubo resistencia. Sometieron a los custodios”.

Aclarando, aclara: López Obrador salió al paso de una extraña campaña mediática enfocada en involucrar la figura del gobernador de Sinaloa en los hechos del jueves 17, cuando un error grave en la ejecución del operativo federal para aprehender -sin orden del aprehensión- a Ovidio Guzmán López puso a temblar a la población de Culiacán que permaneció bajo una tupida lluvia de balas más de cuatro horas.

Recordemos que un día después, el viernes 18, en conferencia de prensa celebrada en el Salón Gobernadores del Palacio de Gobierno de Sinaloa, los propios secretarios de Seguridad y de la Defensa Nacional, asumieron que se trató de una operación bajo su mando “mal planeada”.

Al hablar esta mañana sobre estos sucesos, López Obrador destacó que el operativo abortado en Culiacán “es un tema de preocupación” que será útil para reafirmar la vocación pacifista de su gobierno, aunque aclaró que no modificará su política en materia de seguridad luego de los cuestionamientos originados por este caso.  “No vamos a apostar a la violencia, a la guerra, al exterminio. Apostamos a la paz”.

Liberar a Ovidio Guzmán fue la mejor decisión pues “una masacre ordenada por el presidente es una mancha que no se quita ni con toda el agua de los océanos”, indicó.

Los elementos del Ejército están “muy receptivos”, reveló, entendiendo que “podemos garantizar la paz y la tranquilidad sin violar derechos humanos, con el uso adecuado de la fuerza”. Incluso, ventiló que en los próximos días se volverá a  intentar llevar a cabo la detención de Ovidio Guzmán.

“Sí, no puede haber impunidad, nada más que hay que cuidar a la población, no debe de haber los llamados años colaterales”.

AMLO no sabía que se llevaría a cabo el operativo en Culiacán en el que se ubicó a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.

“Yo no estaba informado, no me informan en estos casos porque hay una recomendación general. Yo creo que tenía conocimiento la Secretaría de la Defensa (Sedena)”, precisó, y anunció que en los próximos días se volverá a  intentar llevar a cabo la detención de Ovidio Guzmán.

“Sí, no puede haber impunidad, nada más que hay que cuidar a la población, no debe de haber los llamados años colaterales”, determinó.

 

POR CIERTO…

Quienes sumamos algunos veranos  sabemos desde hace muchos, muchos años, que la Federación realiza este tipo de operativos al margen de las autoridades estatales y municipales. Usualmente, sin enterarse previamente los gobernadores y los presidentes municipales, operan de manera unilateral para evitar filtraciones.

Recordemos el caso ocurrido en Sinaloa en 1989, cuando el gobierno federal detuvo en Culiacán al jefe de la Policía Judicial del Estado, Arturo Moreno, y a Robespierre Lizárraga, jefe de la Policía Municipal de Culiacán. El gobernador era Francisco Labastida Ochoa, para quien el operativo fue una verdadera sorpresa que lo encontró buceando en las aguas del Mar de Cortés.

Los militares, de golpe y porrazo, acordonaron el penal de la ciudad y sitiaron el aeropuerto, la estación de ferrocarril y la central de autobuses y bloquearon los accesos a Culiacán.

Labastida justificó que no falló el Plan Estatal de Seguridad, sino fallaron los mandos policiacos y los sistemas de información.

Desde entonces, o desde antes, el gobierno federal nunca avisa.