Culiacán, Sinaloa. Martes 17 septiembre. 2019
A propuesta del Grupo Parlamentario del PRI, la diputación permanente del Congreso del Estado, acordó instruir a las comisiones respectivas que dictaminen la iniciativa presentada por los diputados priístas. Para inscribir en letras doradas la frase “Al Movimiento Estudiantil de 1968”, en el muro del Honor del salón de sesiones del Poder Legislativo.
El coordinador del grupo parlamentario del PRI, Dip. Sergio Jacobo Gutiérrez, denunció la falta de voluntad política del grupo mayoritario de Morena para avanzar en la aprobación de propuestas legislativas y poner fin al inmovilismo, lentitud e improductividad que todavía prevalece al interior del Congreso del Estado.
El legislador, indicó que incluso en temas que deberían ser de importancia para la izquierda como es el inscribir con letras de oro en el Muro de Honor del Congreso del estado un reconocimiento al movimiento estudiantil del 68, no hay voluntad para ponerlas a consideración del pleno, ya que desde hace un año el PRI hizo la propuesta sin tener respuesta.
El Dip. Jacobo Gutiérrez, destacó “Esto es parte del pasmo, del inmovilismo, de la lentitud, de la improductividad con que actúa esta legislatura; esto es parte de una falta de voluntad política; no avanzó porque simple y sencillamente la formuló el Partido Revolucionario Institucional. Será acaso que la falta de generosidad política lleva incluso a no reconocer a los estudiantes caídos el 2 de octubre de 1968”, dijo.
El coordinador priísta, dijo que es inverosímil que la propuesta que debió ser respaldada por la izquierda, no haya sido tomada en consideración por el grupo mayoritario que enarbola estas banderas, como por el contrario sí sucedió en el Congreso de la Unión, donde ya está inscrita en el Muro de Honor.
EL Dip. Sergio Jacobo cuestiono, “Será acaso que ésta que se denomina ahora izquierda, no es tal, no comparte los valores, las reivindicaciones libertarias y democráticas del movimiento estudiantil de 1968”.
“Ese movimiento fue una verdadera fiesta democrática y expresión de una generación que pacíficamente exigió espacios para sus sueños y esperanzas, y cuyos reclamos se enfrentaron con la cerrazón del poder y terminaron en un lamentable baño de sangre, en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968.