Sin disponer de resultados oficiales aun, lo destacable de la jornada del 2 de junio se comprime en la cabeza del texto: sin representar los efectos o la trascendencia del tsunami de julio del 2018, MORENA arrasó ayer, sobre todo en Baja California y Puebla; el PRI quedó postrado en condición de coma, y la participación ciudadana cayó a niveles de alarma. El PAN conservó fuerza en Aguascalientes y arrebató en Tamaulipas.
Vea usted: si hace un año sufragaron en el país el 62% de los ciudadanos con credencial para votar y en BC lo hizo el 52.8%, ayer 2 de junio votó en esta frontera apenas el 29.5% de los electores inscritos en el padrón electoral.
Para los expertos, aquí hay sobrada materia de estudio, pues la abstención de cientos de miles de votantes que participaron en la jornada de hace un año obliga a preguntar por qué no salió la gente a votar.
El refrendo del dominio morenista sucede 11 meses después de que Andrés Manuel López Obrados hizo pedazos todos los pronósticos con una victoria contundente que hirió de muerte al otrora heterogéneo Partido Revolucionario Institucional y hundió a un orgulloso Acción Nacional que dejó atrás, así, su mejor momento: doce años en el poder al hilo con Fox y Calderón Hinojosa y tres décadas consecutivas de gobernar BC.
Con el 4.6% de los votos a su favor, el PRI quedó en la lona.
De un golpe, MORENA conquistó ayer la titularidad del Poder Ejecutivo, las 17 diputaciones de mayoría relativa y los 5 ayuntamientos en disputa en BC. Mejor, imposible.
En Puebla, MORENA logró ganar con el 44.6% de los votos emitidos la gubernatura con Luis Miguel Barbosa. Dejó en el segundo sitio al candidato panista (33.2%) y muy lejos al abanderado del PRI, que en esta entidad obtuvo apenas el 18.4% de la votación.
En Aguascalientes, donde se registró una participación ciudadana del 38.9%, sin marcar hegemonía, el PAN salvó la honra al ganar 5 de los 11 ayuntamientos en disputa, donde el Partido Verde obtuvo 2 triunfos y otros contendientes sólo uno.
En Tamaulipas votaron el 33.1% de los ciudadanos registrados en el padrón. Aquí, el PAN logró imponer su peso al ganar 21 de las 22 diputaciones locales en disputa. La otra fue para MORENA.
Durango vivió una jornada con resultados más equilibrados. El PRI obtuvo el triunfo en 16 alcaldías; la coalisión PAN-PRD en 16; el PAN, dos; MORENA, dos y los partidos Duranguense y del Trabajo en un municipio cada uno. La capital del estado será gobernada por el PAN.
En Quintana Roo se registró el porcentaje de votación más bajo: de sólo el 22.1%. Aquí, MORENA-Verde y PT obtuvieron 11 diputaciones de mayoría relativa; el PAN-PRD, 3, y el PRI una sola.