A partir de febrero y hasta el mes de julio es cuando se presentan los niveles más críticos de radiación ultravioleta en Culiacán, informó Bladimir Salomón Montijo, responsable de la Estación Climatológica de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

“Tenemos unos sensores que durante todo el año nos registran los niveles de radiación ultravioleta en unos índices […] y en el seguimiento que hemos hecho de los últimos diez o doce años con las estaciones automatizadas, nos registra que durante los meses de febrero en adelante es donde encontramos los índices más altos de radiación ultravioleta”, dijo.

Explicó que, si bien todo el año recibimos rayos ultravioletas, es a partir de febrero que se perciben los niveles “altos”, “muy altos” y “extremadamente altos” que, según la escala del índice UV establecido por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) corresponden a 6 y 7; 8, 9 y 10; y 11 o más puntos respectivamente.

“Abril, mayo y junio son los meses en donde están los índices mucho más altos, ocho, nueve y hasta diez puntos en esa escala que definió la OMM y la OMS; por ello en esos meses debemos tener más cuidado en la protección de la radiación ultravioleta”, señaló.

Advirtió que de no tener los cuidados necesarios al momento de salir a la calle y exponernos al sol en dichos meses podemos desarrollar problemas de piel y hasta de la visión.

“La radiación ultravioleta se ha venido correlacionando en los últimos tiempos con enfermedades en la piel como el cáncer de piel; y aquí todavía no existen casos, pero en otros países del sur del continente como Bolivia, la población sí presenta problemas con la vista, porque reciben una radiación muy alta con valores ‘altos’ y ‘extremadamente altos’ durante todo el año”, contó.

En ese sentido es que, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, el universitario recomienda utilizar anteojos de sol, protectores o filtros solares de amplio espectro incluso si está nublado; así como reducir el tiempo de exposición al sol entre las 10 y las 16 horas; tener cuidado con las superficies brillantes como la arena y el agua al ser las que mayormente reflejan los rayos UV y aumentan la exposición; y utilizar ropa protectora y sombreros.

“Algo que no quiero dejar pasar es el cuidar también a los niños ya que por tener menos melanina en la piel se vuelven más vulnerables que los adultos que, como quiera ya tenemos más defensas naturales […] por eso hago un llamado a las escuelas para que no realicen actividades físicas al aire libre después de las diez de la mañana”, expresó finalmente.