Las comparaciones son odiosas, sin duda. Empero, comparar sus ‘logros’ en materia de seguridad con los resultados de su antecesor Jesús Aguilar Padilla fue el recurso mediático más utilizado por Mario López Valdez cada día. No erraba el golpe.

Pero ahora es útil usar el mismo recurso para contrastar los datos de los últimos meses y comprender mejor la actuación de la autoridad estatal frente a una problemática de inseguridad que nos deshonra ante el mundo, sin más afán que identificar errores u omisiones.

A 10 meses de gestión de Quirino Ordaz, es válido revisar cómo va este gobierno respecto de la administración malovista.

No se trata sólo de comparar para evaluar, sino de aclarar aunque sea un poco este fenómeno  que no parece tener fin, y, mediante el contraste, interrogar los fracasos y estancamientos perceptibles en tal o cual práctica.

El primer informe de Quirino Ordaz aporta datos estadísticos generados por la Secretaría de Seguridad Pública que expondremos sin afán de hacer juicios apurados ni de presentar conclusiones,  pues no podríamos hacerlo adecuadamente si sólo disponemos de las cifras que ellos mismos proveen.

No obstante, hagamos el ejercicio ‘Seguridad: Malova vs Quirino’, a quienes nos referiremos en lo sucesivo como MLV y QOC , y confrontemos las estadísticas registradas durante el lapso enero-octubre de los años 2016 y 2017, respectivamente, cuya fuente es la SSP:

-En 2017, las corporaciones policiacas locales, en coordinación con las fuerzas federales, aseguraron con 154.4 kilogramos y 13 mil dosis de cocaína, contra una cantidad de cero decomisos logrados en el mismo lapso del 2016 (MLV).

– Hasta octubre, el gobierno de QOC  reporta el decomiso de 152 armas cortas, 638 largas, 12 aditamientos lanzagranadas, 35 mil cartuchos, 2 mil 461 cargadores y 82 granadas (en total, 39 mil piezas), contra 991 piezas con MLV,  lo que representa  3,836% más.

– Con QOC se han asegurado 11 laboratorios clandestinos  y 42 mil 354 litros de sustancias y precursores químicos, en tanto que el registro con MLV en este renglón es de cero.

-Con QOC han sido detenidas un mil 273 personas por delitos contra la salud, portación de armas de fuego, robo y otras causas (un 185% más que con MLV).

-Este año, se han recuperado 2 mil 182 vehículos en Sinaloa, contra sólo 538 durante el 2016.

-Durante los últimos 10 meses, se han decomisado 44 mil 786 dosis de diversas drogas, contra 9 mil 503 porciones en 2016.

-Este año  se han asegurado 20 toneladas 908 kilogramos de marihuana, más 885 cigarrillos de esa hierba, contra 199 kilos el año anterior.

-Durante enero-octubre se han destruido 119 plantíos de marihuana y 23 de amapola en la entidad, contra cero en el mismo lapso del año pasado.

-Este mismo año se han decomisado 12 mil 390 dosis de cristal, contra un mil 558 el año anterior.

-Las corporaciones han asestado  algunos golpes también  a la industria huachicolera  -refirió la SSP-. Durante 2017 se han recuperado 527 mil litros de combustibles, contra cero en 2016.

Hasta ahí los números.

El reporte menciona que el primer paso del gobierno actual fue analizar el fenómeno y reconocer “un escenario que durante años se ocultó a los sinaloenses”, aunque  en el discurso malovista se presumió este rubro como ‘exitoso’.

“La realidad era otra y, por desgracia, no estaba siendo atendida. Todo ello generó una bomba de tiempo” que, refirió el  informe de QOC, “hemos podido contrarrestar” aunque “hay daños colaterales innegables”.

La administración de Ordaz ha descrito que recibió un aparato de seguridad disfuncional, desmantelado y corrupto.

Encontró –sostiene- “una situación lamentable en términos de personal, además de altos índices de corrupción y un cuerpo policial que carecía de la confianza de la sociedad”, lo que los obligó a reestructurar este sistema y a emprender un programa de capacitación con el apoyo de la Sedena, el cual han cursado 2 mil 300 policías que desde hace años no recibían ningún entrenamiento en temas básicos con son manejo de armamento y tiro.

El gobierno quirinista refiere además que intensificó el reclutamiento de nuevos agentes, logrando hasta ahora la captación de 588 policías.

También presume que ha invertido 152 millones de pesos en la adquisición de 241 patrullas, más 50 motocicletas para integrar una unidad motorizada.

En convenio con la Sedena, compró este año 8 vehículos tácticos tipo DN-XI para establecer el orden en situaciones de crisis y adquirió 100 cámaras portátiles que permiten a los mandos registrar la actuación de sus elementos.

El esfuerzo que refiere la administración actual, sin embargo, no ha sido suficiente para pacificar las calles de las ciudades y nuestras comunidades.

La cadena de crímenes y sucesos violentos  que continúa nos recuerda que la inseguridad pública y sus expresiones de alto impacto son el mal de males de Sinaloa.

Esta realidad del estado se ocultó (mejor dicho: se intentó ocultar) y generó una bomba de tiempo.

Los daños colaterales, ha dicho Quirino Ordaz, son innegables. No se puede tapar el sol con un dedo.